Histórico estrechón de manos intercoreano en la aldea de la tregua

 (Xinhua/Wang Jingqiang) 

Goyang, Corea del Sur.- Panmunjom, la aldea de la tregua que se extiende a ambos lados de la fortificada frontera terrestre intercoreana, fue este viernes el centro de atención mundial al acoger la histórica cumbre entre los líderes de Corea del Sur y Corea del Norte.

Un sonriente Kim Jong Un, máximo líder de Corea del Norte, fue recibido por el presidente surcoreano, Moon Jae-in, y ambos se estrecharon la mano cada uno desde su lado de la estrecha línea de demarcación militar (LMD), que divide el Norte del Sur a lo largo del paralelo 38.

Tras cruzar al lado surcoreano a las 9:30 de la mañana hora local del viernes, Kim, ataviado con un traje azul oscuro, invitó a Moon a que hiciese lo propio y pasase un momento a la parte de Corea del Norte.

A continuación regresaron a la parte surcoreana agarrados de la mano y dejaron impreso un momento histórico en las relaciones intercoreanas.

Kim se convirtió en el primer líder de Corea del Norte en pisar territorio surcoreano desde el punto final de la Guerra de Corea (1950-1953), que se cerró con un armisticio y no con un tratado de paz, por lo que los dos países siguen técnicamente en guerra.

A las 10:15 hora local, los dos líderes volvieron a estrecharse la mano frente a las cámaras antes de iniciar sus conversaciones en la Casa de la Paz, un edificio en el lado surcoreano dentro de la llamada zona desmilitarizada (DMZ) entre el Norte y el Sur, que tiene cuatro kilómetros de ancho y 250 de largo.

«Una nueva historia comienza ahora, en el punto de partida de una era de paz», escribió Kim en el libro de invitados.

Según dijo Moon antes de iniciar las conversaciones, «el momento en que el presidente Kim cruzó la línea de demarcación militar, Panmunjon dejó de ser un símbolo de división para convertirse en un símbolo de paz.

Ubicada a unos 50 kilómetros al norte de Seúl, Panmunjom es un doloroso recuerdo de la división de la península pues allí se firmó, en un edificio en territorio de Corea del Norte, el armisticio con que se cerró la guerra.

Es también el lugar donde el Norte y el Sur han celebrado más de la mitad de sus conversaciones en las últimas décadas.

Por la tarde, Moon y Kim plantarán un árbol en la villa fronteriza utilizando una mezcla de tierra de las montañas y ríos de ambas partes. El árbol elegido es un pino nacido en 1953, el año del armisticio, que llevará grabada en piedra la frase «La paz y la prosperidad se han plantado» así como la firma de los dos líderes.

La desnuclearización de la península coreana es uno de los temas de la agenda de las conversaciones.

Kim Jung-gil, un habitante de 65 años de Seúl, confió en que las dos partes mantengan más comunicaciones e intercambios de puntos de vista sobre ese tema. «Espero que la cumbre dé un impulso a la desnucleariazión de la península».

El fin del estado técnico de guerra en la península será otro de los temas y la presidencial Casa Azul surcoreana confirmó que está estudiando cómo cambiar el armisticio por un tratado de paz.

«Me alegra mucho que se celebre la cumbre. Quiero saber cómo ambas partes pueden lograr la paz permanente en la península y la reunión de las familias separadas», afirmó Oh Sun-myeong, un ama de casa de 47 años también residente en Seúl.

El viernes por la noche tras las conversaciones, Moon agasajará con una cena a Kim en la que se servirán patatas rosti al estilo de Suiza, donde se educó Kim, y un pescado al horno de Busan, ciudad natal de Moon.

También se servirán los distintivos fideos fríos del famoso restaurante de Pyongyang Okryugwan, según la Casa Azul. Un chef del restaurante preparará la pasta con una máquina instalada en Tongilgak, en el lado de Corea del Norte en Panmunjom.

La cumbre llega tras la distensión entre Seúl y Pyongyang iniciadas ante los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Invierno en Corea del Sur, que se celebraron en febrero y marzo en la localidad surcoreana de PyeongChang.

En algún momento de mayo o finales de junio, llegará la cumbre entre Kim y el presidente estadounidense, Donald Trump.

Con el eslogan «Paz, un nuevo comienzo», la reunión entre Kim y Moon supone la tercera cumbre intercoreana. Las dos anteriores se celebraron en 2000 y 2007 en Pyongyang, la capital de Corea del Norte.

Según una reciente encuesta de Research View en la que entrevistó a mil sucoreanos, el 68 por ciento consideró que la cumbre tendrá resultados positivos.

«Creo que a lo largo de la cumbre los dos líderes podrán hacer avanzar a la dividida península coreana hacia la unión, y abrir un nuevo capítulo en los intercambios y cooperación intercoreanos», dijo Oh. (XINHUA)

 

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El Heraldo de Saltillo
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