OPINIÓN

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11 enero, 2018

EDUARDO J. DE LA PEÑA

Con todo y que la tarde del martes fue soleada, no fueron pocos los que sintieron frío, y es que el gobernador Miguel Riquelme entregó nombramiento a un nuevo colaborador de su gobierno: Xavier Herrera Arroyo, quien viene a ocupar una subsecretaría estratégica, la de Egresos y Administración, donde se opera nada menos que el gasto de todo el aparato estatal, o al menos así fue el sexenio pasado, es decir que tiene que ver desde la compra de un lápiz hasta la construcción de una megaobra, y con ello todo lo que se puedan imaginar.

Por las facultades del cargo; por sustituir a quien sustituye, –el ahora Tesorero del Congreso Julián Montoya que además de un servidor público eficiente es desde hace varios años de la mayor cercanía a Rubén Moreira–; y por sus antecedentes en la actividad pública, la llegada de Xavier Arroyo sacude a quienes están o buscan estar dentro del gobierno.

Arroyo fue en el gobierno municipal de Riquelme el gerente del sistema de aguas, pero además un funcionario influyente; es un riquelmista con certificado de origen, uno de los primeros con esa característica en incorporarse al gobierno, y es además, fuera de Torreón, una cara nueva.

Por eso el frío caló en esa tarde soleada del martes, porque se interpretó como la tan temida, por algunos, llegada de los laguneros a reclamar los espacios.

Habrá que ver además los alcances de las facultades reales que se den al nuevo Subsecretario, que si son las mismas que su antecesor, representarán en los hechos un contrapeso del equipo original e inmediato del gobernador al grupo Saltillo que, con Blas Flores Dávila, conserva la Secretaría de Finanzas.

Durante la semana en los círculos políticos se ha hablado de que en muchos casos seguirá habiendo encargados del despacho, pues salvo contadas excepciones, como sería la de Xavier Herrera, los laguneros no serán traídos a Saltillo hasta pasada la elección de julio.

Miguel Riquelme se quiere sacar la espina y, sobre todo, entregar buenas cuentas a José Antonio Meade, y habría un timbre de orgullo de lograr ganar la elección presidencial en Torreón.

Así, el grupo cercano tendría la responsabilidad de operar Torreón, como en Saltillo Manolo Jiménez será responsable de la elección federal y la municipal, ya sea que vaya o no como candidato.

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Y hablando de elecciones y candidaturas, quien por estos días se ha dejado ver en Saltillo, despachando desde el Pour La France los últimos papeleos de entrega de la Secretaría que tuvo a su cargo, es Antonio Gutiérrez Jardón, a quien muchos dan como amarrado para ser el nominado del PRI a la alcaldía de Torreón.

En cuanto a Miguel Mery, luego de su derrota del año anterior, sería postulado para ir por una diputación federal, según se especula.

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Si ya andamos en el terreno de las especulaciones, entre los panistas hay quienes afirman que desde la dirigencia de ese partido se operó con el gobierno estatal para hacer más tersa la salida de Isidro López Villarreal de la alcaldía a mediados de diciembre anterior, y se había logrado un acuerdo en ese sentido sobre todo cuando se hizo sentir que López no sería candidato nuevamente este año.

Pero Isidro se dejó llevar por el canto de las sirenas; lo arrastraron a la confrontación aquéllos que durante su gobierno cobraron pero no lo cuidaron, buscó reflectores y endureció el tono, y por supuesto que se acabó el acuerdo.

Veremos en los próximos días como se dan las circunstancias, pero por lo pronto López Villarreal quedó incluido en una terna de prospectos a la alcaldía, junto a Esther Quintana y Carlos Orta Canales.

Están también las candidaturas al senado y a las diputaciones federales, así es que por espacios de competencia no hay límite.

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Causa intriga el juego político de Tomy Vives. Es evidente que quiere seguir vigente y en la nómina, ¿pero qué cargo buscará y con qué siglas?. Ya llegó a la Cámara de Diputados, como plurinominal, representando al PAN, y al Cabildo como regidora bajo los colores del Socialdemócrata, ¿qué sigue?

Unos la ubican regresando al PAN, y otros incluso en el PRI.

Cosas más raras se han visto, pero se antoja difícil que vaya Vives al Revolucionario Institucional. Más bien parece que buscaría competir para servir como caballo de troya.

Se le ha visto rondando las oficinas del Secretario de Gobierno José María Fraustro Siller, pero aún no abre sus cartas.

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No procedió la demanda de amparo que interpuso Jesús De León contra la designación de Notarios que hizo Rubén Moreira al final de su sexenio, pues el juez de Distrito lo consideró un acto consumado. Faltan por resolver otros juicios que interpusieron abogados por asignaciones de fíats anteriores a esta, incluyendo por cierto el que recibió un hermano de Jesús De León. La respuesta, se anticipa vendrá en términos similares.