Ciudad de México.- “Lo del Zócalo no fue un festejo: fue una provocación. Hablar de ‘transformación’ frente a un país secuestrado por la violencia es un insulto. Mientras Morena celebra, los productores viven extorsionados, asaltados y amenazados; mientras la presidenta aplaude, el campo trabaja con miedo. La 4T no gobierna: sobrevive en un país donde el crimen dicta las reglas.”
El gobierno llenó el Zócalo para presumir poder.
Pero la realidad está en las carreteras, no en las plazas llenas.
Hoy México vive una crisis de inseguridad que el gobierno se niega a reconocer, y el campo es quien más lo sufre.
Y aquí algunos datos que el gobierno NO mencionó en su Claudiafest:
- En 2024 se registraron 33,241 homicidios en México, de acuerdo con INEGI; eso significa 91 asesinatos diarios en promedio.
- México es señalado como el país con más mercados criminales del mundo, de acuerdo con la Global Initiative Against Transnational Organized Crime, retomado por distintos medios.
- Hoy el país acumula más de 130,000 personas desaparecidas y no localizadas según el propio registro oficial y análisis de organizaciones especializadas; solo en los últimos años la cifra ha seguido creciendo de manera constante.
- Diversos estudios documentan que, en el actual ciclo de gobierno, las desapariciones crecieron y el fenómeno se volvió más extendido y sistemático, al grado de estar bajo la lupa de Naciones Unidas.
- En el campo, miles de productores y transportistas reportan extorsiones, cobro de piso, robos a transporte de carga y control criminal de rutas, lo que ha provocado aumentos de más del 20% en ciertos corredores estratégicos y una caída brutal en la sensación de seguridad.
Mientras la presidenta presume que “vamos bien”, los hechos dicen lo contrario:
El campo trabaja bajo amenazas, paga extorsión y se juega la vida en cada traslado.
Y en medio de esta emergencia… Morena celebra.
Celebra mientras productores bloquean con tractores y exigen ser escuchados.
Celebra mientras la nueva Ley de Aguas enciende la rabia del campo.
Celebra mientras miles de familias viven entre miedo, desapariciones e impunidad.
La desconexión es total:
Un gobierno en fiesta; un país en emergencia.
Mi postura es clara: No vamos a permitir que Morena siga ignorando la inseguridad que destruye al campo ni que imponga una Ley de Aguas que lo deja más vulnerable. El país exige soluciones reales, no discursos vacíos ni mítines masivos.
México vive una emergencia de seguridad. Lo mínimo que debería hacer el gobierno es reconocerla… no maquillarla con propaganda. (El Heraldo de Saltillo)
