Vencen adolescentes el cáncer, tocan desde Saltillo la «campana de la vida»

«Sí tuve miedo muchas veces pero sabía que era hasta acabar el tratamiento y el miedo se fue», señaló Jesús Francisco González, uno de los pacientes dado de alta 

Este martes, desde las instalaciones del albergue de Súmate al Amor, adolescentes coahuilenses tocaron la llamada «campana de la vida» tras haber concluido su tratamiento contra la leucemia, gracias a la atención médica que recibieron en el Hospital Materno Infantil.

Uno de estos guerreros que pudo vencer el cáncer fue Jesús Francisco González Canizales, quien reconoció que al enfrentarse a este mal hubo momentos en que el miedo lo inundó, pero su valor fue más fuerte y decidió seguir en la batalla hasta salir victorioso.

«Fue un sentimiento muy grande porque al final sí se pudo, porque fueron cuatro años de piquetes, de entrada por salida, de estar internado y al final se pudo. Sí tuve miedo muchas veces pero sabía que era hasta acabar el tratamiento y el miedo se fue con el paso del tiempo porque uno se acostumbra», dijo González Canizalez, de 18 años.

La esperanza de un padre

Crescenciano Camacho, originario de General Cepeda, abrazó una vez más a Ulises Camacho, otro de los pacientes que logró la hazaña de sobreponerse a la leucemia, pero esta vez el abrazo ya no fue de temor de perderlo sino de orgullo, amor y tranquilidad.

«Gracias a Dios lo logramos, qué puedo decir más que gracias a Dios, ha sido muy difícil, es una etapa muy difícil pero en esta vida todo se puede, siempre hubo esperanza», compartió.

«No se puede uno apachurrar porque ellos se van para abajo, me da mucho gusto ver que han logrado salir adelante de esta enfermedad y uno es mi hijo, ahí la llevamos; ya superó todo lo que tenía que superar, le doy gracias a Dios, a los doctores, a todos quienes nos ayudaron en todo esto», abundó.

Un puente para sanar

La directora de Súmate al Amor, Leticia Aguirre, subrayó que los tratamientos contra el cáncer de los beneficiarios son posibles gracias a aportaciones económicas de empresas y felicitó a los pacientes que hicieron sonar la también llamada «campana de la victoria».

«Nosotros solamente somos un puente, realmente los valientes son los niños, los del trabajo pesado son los doctores y las empresas que nos apoyan; este puente ha sido sostenido por el personal que trabaja aquí, por mis amigas, las empleadas, colaboradoras del alma, Alma, Martha y Diana, sin ellas no sería posible», dijo.

Por su parte, Miguel Ángel González, agregó que «afortunadamente el día de hoy tenemos el toque de campana de tres niños que han superado el cáncer, en este caso leucemia; han salido adelante afortunadamente, con el apoyo de todos y del hospital. Son unos guerreros, esa es la ventaja de los niños, que le echan todas las ganas y salen adelante». (OMAR SOTO)