Fueron estudiantes de la Narro héroes en Trenazo de Puente Moreno

«Fuimos los primeros que llegamos, estuvimos más de 30 horas ayudando ahí», señala ex alumno Héctor de la Fuente Rodríguez

Alrededor de las 11:30 del 4 de octubre de 1972, hace 53 años, el llamado «tren peregrino», que viajaba de Real de Catorce a Saltillo, se descarriló en Puente Moreno, lugar que dio nombre al trágico suceso en el que murió un número indeterminado de personas.

En medio de la tragedia, estudiantes de la entonces Escuela Superior de Agricultura, ahora Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (UAAAN), acudieron a brindar auxilio a los heridos. «Fuimos los primeros en llegar», señala Héctor de la Fuente Rodríguez, ex alumno de la Narro quien inicialmente, junto a otros 30 jóvenes de ese complejo educativo, llegaron al lugar del Trenazo de Puente Moreno.

«Era muy habitual estar escuchando el tren y poco antes de llegar a la estación siempre pitaba, estábamos en el segundo piso, dando hacia el poniente, hacia las vías, y alguien hizo la observación de que el tren iba pitando de tiempo completo, parejo, su claxon. A los pocos minutos, oímos el golpe. Nos formamos tipo militares y nos fuimos a paso veloz, cual fue el impacto que recibimos de estar viendo aquella escena de los carros todos empalmados, unos enterrados y gente gritando, unos pudiendo salir de las ventanillas, otros a como Dios les daba entender, otros queriendo sacar a sus familiares», compartió con El Heraldo de Saltillo, Héctor de la Fuente Rodríguez, ex alumno de la Narro.

«Yo tengo memoria que esto fue, el golpe fue como a las 11:30 de la noche del día cuatro, nosotros llegaríamos, quizá, media hora o tres cuartos de hora posterior a eso. Estuvimos más de 30 horas ayudando ahí y se fueron sumando más compañeros que fueron llegando entre las siguientes cuatro, cinco o seis horas; sin duda fuimos los primeros que llegamos», señaló.

Relató que al paso de las horas y por instrucciones de superiores del Ejército Mexicano, quienes acudieron al sitio para coordinar las labores de rescate, más «buitres» se sumaron a las acciones de rescate en el Trenazo de Puente Moreno, hecho que, por su magnitud, conmocionó a México entero.

«A los únicos que nos permitían salir del acordonamiento y volver a entrar, era a los de la Narro. Yo he estado platicando con algunos compañeros y dicen que incluso el comedor de la Narro mandaba comida ahí a los heridos, de tal manera que hubo una aportación de todos», platicó.

«Aquí no hay otro objetivo más que el que se reconozca a mi alma mater, a la Antonio Narro, que nos tocó vivir muy de cerca esa tragedia que todavía, a 53 años, la recordamos y la lamentamos. Es muy meritorio que se le dé el lugar que debe tener a cada uno, sin demeritar de ninguna manera la participación de la sociedad civil, el mismo Ejército, los enfermeros, las doctoras, taxistas, personas que al saber de esta tragedia, se dirigieron para allá, para saber cómo apoyaban», apuntó.

 

En su memoria 

De la Fuente Rodríguez aún recuerda, como un instante nítido en su memoria, las olas de fuego y gritos de auxilio de los pasajeros, particularmente de una pareja de esposos, Nicolás y Zenaida, quienes a pesar de que logró rescatarlos con apoyo de otros voluntarios, murieron horas después a causa de una descompensación física.

«Aquello era un infierno, nos dedicamos a sacar a quienes veíamos, de alguna manera y entre comillas, en mejores condiciones; los arrastrábamos, los poníamos retirados de los carros rumbo al cerro que está del lado poniente, ahí los acomodábamos y regresábamos por más personas», abundó.

«Escenas muy tristes, sacábamos gente con miembros amputados, brazos, piernas, gente que estaba agonizando. En conjunto hicimos labor de salvamento, de apoyo básico que, yo no dudo, algunas de esas personas sobrevivieron por ese apoyo que recibieron en las primeras horas», finalizó. (OMAR SOTO)