«Es seguir trabajando con ellos para fortalecerlos y que puedan hacer un plan de vida», señala Liliana Salinas, presidenta honoraria de este organismo estatal
La presidenta honoraria de DIF Coahuila, Liliana Salinas Valdés, dio a conocer que alrededor de 100 adolescentes y jóvenes que por alguna situación adversa no viven con sus familias de origen y que no pudieron ser adoptados durante su niñez, reciben acompañamiento por parte de este organismo estatal para apoyarlos en generar un plan de vida y salir adelante.
«Como DIF Coahuila, nuestra Casa Azul, Casa Rosa y Casa Cuna, lo que estamos tratando es fortalecer su red de apoyo para aquellos que vemos que podemos fortalecer y pueden reintegrarse a su seno familiar, aunque no sea papá o mamá sino un tío, el abuelo o alguien cercano a ellos; prepararlos y hacerlo», indicó.
«Si no, buscar las condiciones para que tengan derecho a vivir en familia. Tenemos como unos 100 que están edad, se puede decir, de los 11 o 12 años a los 18, con los que ya definitivamente tenemos que trabajar un plan de vida. Con los que están cumpliendo 18, no es de que ‘cumples 18 y de patitas a la calle’ no, es seguir trabajando con ellos para fortalecerlos y que puedan hacer un plan de vida», abundó.
De la cifra antes citada, indicó que alrededor de 15 de ellos tienen entre 17 y 18 años, al enfatizar que, al llegar a su mayoría de edad, DIF Coahuila busca canalizarlos con familias de apoyo o centros de asistencia y se les da seguimiento para que continúen con sus estudios.
«Ayudarlos a que continúen si no han terminado la prepa, que entren a una carrera profesional y les estamos buscando familias de apoyo, una casa de asistencia o algo donde ellos puedan seguir viviendo seguros en lo que se van adaptando a su nuevo estilo de vida», externó.
CASOS DE ÉXITO
Salinas Valdés dijo que gracias a los esfuerzos de DIF Coahuila, ya ha habido casos de éxito de jóvenes que, con apoyo de familias en su alimentación y alojamiento temporal, llevan una vida plena y productiva.
«En un caso de éxito de aquí, de Saltillo, se encontró una casa de asistencia de una señora ya mayor que ya lo acogió como un nieto, le da almorzar, le da de cenar, el mucho está trabajando y eso lo va fortaleciendo», mencionó.
«Tengo otro caso de otro muchacho en Torreón que lo acogieron un grupo de familia, son cuatro señoras que ven por él, porque incluso uno de ellas adoptó a uno de sus hermanitos, entonces están como su red de apoyo; un muchacho muy inteligente, terminando su ingeniería», destacó. (OMAR SOTO)



