Geólogos de la UNAM advierten que la CDMX se hunde a un ritmo acelerado

 

Ciudad de México.- Geólogos de la UNAM advirtieron que el hundimiento del suelo en la CDMX avanza a un ritmo alarmante: entre 10 y 40 cm anuales. De seguir así la capital del país tendrá zonas “inhabitables” y se verá obligada a realizar “desplazamientos forzados” en menos de 10 años para poder hacer frente a las inundaciones y la falta de agua, alertaron los geólogos.

Este proceso, llamado subsidencia, es provocado por la excesiva extracción de agua del subsuelo y el peso de las construcciones sobre un terreno frágil.

Según los especialistas, la situación es ya crítica en zonas como Iztapalapa, donde el hundimiento alcanza hasta 40 centímetros al año. A pesar de contar con una gran cantidad de pozos subterráneos, esta alcaldía sufre constantes inundaciones y falta de agua potable, un problema que revela una fuerte desigualdad social.

“Los que sacan el agua son los que no tienen abastecimiento y además se inundan. Es una paradoja social”, explicó el geólogo Sergio Rodríguez.

Uno de los ejemplos más visibles de este hundimiento es el Ángel de la Independencia, que cada cierto tiempo necesita la adición de un nuevo escalón para mantener su altura original. Con un promedio de 15 a 30 centímetros de hundimiento por año, en diez años la ciudad habrá descendido hasta tres metros en algunas zonas, señalan los expertos.

La densidad poblacional en la metrópoli mexicana que provoca una “irracional” extracción de agua de pozos subterráneos, sumado al peso de las construcciones, hacen que la compactación arcillosa y volcánica del suelo haya llegado al límite de su capacidad.

“Este es el punto de no retorno. Ya no hay forma de parar este proceso“, sentencia Wendy Morales, geóloga de la UNAM.

Los geólogos coinciden en que la solución debe pasar por una desconcentración de la capital, mediante la creación de nuevos centros urbanos con empleo, escuelas, hospitales e infraestructura básica, lejos de las zonas más afectadas. También sugieren aprovechar la economía informal como motor inicial para estos asentamientos.

En palabras de los especialistas, el futuro ya está aquí. Si no se actúa pronto, la Ciudad de México podría enfrentar una crisis de desplazamiento, salud y servicios sin precedentes, con miles de personas obligadas a abandonar sus hogares por un suelo que ya no puede sostenerlos. (EL HERALDO)