UN ARMA DE DOS FILOS LA IMPRUDENCIA

Con frecuencia escuchamos en reuniones sociales a personas decir comentarios nada oportunos, por no reflexionar antes de hablar. Los imprudentes hacen manifestaciones como: ¿Juanita qué te pasó que estas muy pasada de peso?; o ¡Ya no bajes de peso, te ves anoréxica!; ¿Cuánto ganas?; ¿Cuándo te casas? ¡Ya llevas mucho con tu novia! ¿No quieren hijos aún, o no pueden? Y la lista es interminable.

En la mayoría de los casos las personas cuando emiten este y otros tipos de comentarios negativos, no piensan en el alcance que sus palabras tienen para las personas que se los dicen. Definitivamente se puede pensar que un acto de imprudencia es un acto descuidado, irresponsable, atrevido o negligente y efectivamente lo es, la persona que hace este tipo de comentarios le importa un bledo el efecto que pueda tener en los demás.

La palabra imprudente es un término inglés receleas que significa descuidado, desconsiderado. El Diccionario de la Real Academia Española, define la imprudencia como falta de prudencia, es decir, templanza, cautela, moderación, en otras palabras, tener buen juicio. La Psicología lo considera un descuido, o tener la necesidad de poner a prueba el destino, por otra parte, la Biblia en sus versículos de Proverbios 14:16-17 señala que el imprudente cree todo lo que le dicen, es impulsivo porque actúa sin pensar y son herederos de la necedad. Por otro lado, jurídicamente es obrar imprudente, sin seguir las reglas de precaución.

En otro sentido, la imprudencia se refiere a conductas que ponen en peligro nuestra vida o la de otros, por ejemplo, cuando hacemos alguna actividad que nos pone en riesgo, como tomarse una selfie en condiciones peligrosas. Cuando profesional o laboralmente realizamos actos sin seguir las reglas establecidas de protección civil. Los actos que no se realizan con precaución, cuidado o reflexión y que pueden causar peligros o daños. Así como las expresiones sin una buena intención.

Por lo general una persona imprudente que hace comentarios totalmente fuera de lugar sufre porque es rechazado socialmente, se caracterizan por pensar que los problemas son de las otras personas, no se hacen responsables, también es común que se justifiquen afirmando que actúan así porque son personas directas y a los demás no les gusta oír la verdad. Albert Einstein afirmaba que “Si quieres entender a una persona, no escuches sus palabras, observa su comportamiento”.

Las recomendaciones que hacen los conocedores del tema aseguran que, para evitar ser imprudentes, es necesario realizar lo siguiente: antes de hablar pensar lo que se va a expresar. No hablar de temas que se desconocen, es decir, no hablar por hablar. Actuar con cortesía. Tratar a las personas con educación. Medir la cercanía con las personas, no tratarlas de la misma manera a todas. Ser respetuoso, no meterse en la vida de los demás. No corregir a las personas en público. No hacer bromas con la intensión de ridiculizar o vengarse.

Es aconsejable cuidar la manifestación de las emociones, al hacerlo nos podremos comportar adecuadamente, si observamos el ambiente actuaremos con cordura, la idea es no provocar momentos incómodos y sobre todo causar una mala impresión con nuestros comentarios, y así evitar ser una persona indeseable, no hay que olvidar lo que dice el refrán popular “Más vale prevenir que lamentar” y que la imprudencia puede ser un arma de dos filos.

 

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Susana Cepeda Islas
Cursó la Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública en la UNAM. Obtuvo el Grado de Maestra en Psicología Social de Grupos e Instituciones por la UAM-Xochimilco y el Doctorado en Planeación y Liderazgo Educativo en la Universidad Autónoma del Noreste. Cuenta con la Especialidad en Formación de Educadores de Adultos por la UPN; y con los siguientes diplomados: en Calidad Total en el Servicio Público, Análisis Politológico, y en Administración Municipal en la UNAM, entre otros. Ha desempeñado diferentes cargos públicos a nivel Federal, Estatal y Municipal e impartido cursos de capacitación para funcionarios públicos, maestros, ejidatarios en el área de Administración Pública y Educación. Catedrática en la UNAM, UA de C, UVM, La Salle y en la UAAAN. Asesora y sinodal en exámenes profesionales en el nivel licenciatura, maestría y doctorado. Ha publicado varios artículos en el área de administración pública y educación en diferentes revistas especializadas, ha asistido a diferentes Congresos a nivel nacional e internacional como ponente en el área de Administración Pública y Educación, coautora en dos libros. Autora del libro Islas de Tierra firme.