Logran cultivar corazones con células humanas en embriones de cerdos

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Hong Kong, China.- Ante la baja tasa de donaciones de órganos, algunos países han recurrido a los xenotrasplantes (trasplantes de órganos de animales a humanos), como el caso de China, que ha tomado la delantera, convirtiéndose en el epicentro de una hazaña biotecnológica que desafía no sólo los límites de la ciencia, sino también los de la ética humana.

En una escena que parece sacada de la ciencia ficción, un grupo de investigadores han logrado hacer latir minúsculos corazones humanos dentro de embriones porcinos, una fusión sin precedentes entre especies que abre nuevas avenidas en la medicina regenerativa.

Los resultados de ese trabajo experimental fueron presentados en la reunión anual de la Sociedad Internacional para la Investigación de Células Madre en Hong Kong.

El equipo de investigadores estuvo encabezado por el doctor Lai Liangxue, experto del Instituto de Biomedicina y Salud de Guangzhou, parte de la Academia China de Ciencias.

“Los investigadores de China desactivaron genes de cerdo e inyectaron células humanas. Los embriones crecieron hasta el día 21. En un estudio anterior, habían hecho riñones en cerdos. Los órganos deberían ser un 100 por ciento células humanas, y hasta ahora no sabemos si eso se ha logrado o si se conseguirá en algún momento”.

Los embriones modificados sobrevivieron 21 días. Durante ese tiempo, sus corazones empezaron a latir.

Aunque este trabajo aún no ha sido sometido a revisión por pares, ya capturó la atención del ámbito científico internacional.

El hecho de poder desarrollar órganos humanos en animales es un paso prometedor hacia el futuro de los trasplantes.

En este caso, los investigadores de China inyectaron células madre humanas en los embriones de cerdo. Esa práctica resultó en que los corazones tuvieran aspecto humano. El método busca que las células humanas, más que las del animal, formen el órgano deseado. Se trata de una perspectiva innovadora en la producción de órganos para trasplantes.

Los resultados presentados son motivo de optimismo. “Este progreso podría significar un cambio significativo en cómo se atiende la escasez mundial de órganos. El camino aún es largo, pero ofrece una nueva esperanza para millones de personas alrededor del mundo”, sostuvo el doctor Lai Liangxue. (EL HERALDO)