Hereda papa devoción por virgen ‘desatanudos’

Monterrey.- Entre las últimas imágenes del papa Francisco antes de morir están las de su breve encuentro el Domingo de Pascua con el vicepresidente de Estados Unidos, J.D. Vance, en un salón del Vaticano.

Casi a espaldas del papa, en el muro, luce una pintura en gran formato de la Virgen María Desatadora de Nudos.

La ilustración de esta advocación mariana nacida en Alemania se repite como fondo en reuniones que Francisco tuvo con líderes de todo el mundo.

Esta Virgen ha sido todo un fenómeno de fe desatado por el argentino Jorge Mario Bergoglio, nombre secular del pontífice, quien siendo obispo de Buenos Aires trajo su devoción a América.

Esta advocación alemana surgió a principios del siglo 17 y se le atribuye el milagro de una reconciliación matrimonial.

La historia cuenta que desató un lazo lleno de nudos que hizo una mujer por cada problema que tenía con su esposo. Esto ocurrió luego que ella le rezara la Virgen María con una fe inquebrantable por 30 días.

Pasaron los años y la pareja tuvo hijos y nietos, uno de los cuales se hizo sacerdote jesuita.

Y él, para recordar el milagro de la reconciliación de sus abuelos, mandó pintar un cuadro de la Virgen de la Inmaculada Concepción con un lazo. Así nació esta advocación mariana y que se extendió por América.

Se llama Desatadora de Nudos porque los «nudos» hacen referencia a cualquier problema que puedas tener. Y se dice que la Virgen lo «desata», es decir, lo resuelve.

 

‘TSUNAMI’ MARIANO

En la miniserie Llámame Francisco, proyecto biográfico de la vida de Bergoglio dirigido por Daniele Luchetti, recrean una escena donde el joven jesuita llega a las lágrimas cuando una mujer le habla por primera vez de esta Virgen, capaz de desatar cualquier nudo.

«Uno le reza a la Virgen y ella se los desata: así de sencillo, así de simple», le dice, mientras contempla la imagen.

De acuerdo con el portal catholic.net, el padre Bergoglio en 1986, cuando era superior provincial de los jesuitas en Argentina, visitó la Iglesia de St. Peter am Perlach, en Augsburgo, cuando estaba en Alemania realizando estudios doctorales.

En ese entonces esta advocación sólo era conocida entre los creyentes de aquella localidad.

Bergoglio recibió una estampita con el título «Knotenlöserin» («La que desata los nudos»), pintado entre 1699 y 1700 por Johann Melchior Georg Schmittner.

En su libro Desatadora. La Virgen que el papa Francisco convirtió en fenómeno de fe, el investigador Eduardo Mattos escribe que cuando Bergoglio vio esa imagen tuvo una revelación: «No hay nudo que resista a las manos de la Madre de Dios. Basta tener fe».

Como obispo de Buenos Aires, el 8 de diciembre de 1996 inauguró el Santuario de Nuestra Señora que Desata los Nudos en la Parroquia San José del Talar. «La ola de devoción alcanzó el grado de un tsunami en 1998», afirma Mattos. «En diciembre de aquel año se imprimieron 100 mil estampitas. La orden era entregar, en las filas de acceso al santuario, una estampita por cada devoto.

«Cuando las puertas de la iglesia se cerraron a medianoche, apenas quedaban 30 mil. Significaba que el 8 de diciembre de 1998 habían pasado por allí 70 mil fieles». (AGENCIA REFORMA)