Piedra pómez, de la tierra a la ciencia
Dra. Lucía Fabiola Cano Salazar
La piedra pómez es un mineral volcánico altamente poroso que, a simple vista, parece una esponja, pero en realidad es un material duro y resistente. Sus propiedades abrasivas y su textura ligera la han convertido en un exfoliante natural utilizado por generaciones para suavizar la piel, eliminar callosidades, sarro y olores desagradables. Además, es útil en la limpieza del hogar, pues remueve manchas en inodoros, lavabos y parrillas, sin dañarlas. En México, es común encontrarla en los baños de muchas familias, y su presencia se debe a los numerosos yacimientos ubicados en estados como Michoacán, Hidalgo, Veracruz, Jalisco y Nayarit.
Más allá de sus usos tradicionales, en el Departamento de Materiales Avanzados de la Facultad de Ciencias Químicas de la UAdeC nos preguntamos si la piedra pómez podría aprovecharse en aplicaciones científicas sustentables. Decidimos explorar su capacidad para eliminar contaminantes ambientales, una problemática que afecta tanto el equilibrio ecológico como la salud humana y animal.
Uno de los mayores desafíos ambientales es la contaminación del agua por colorantes y metales pesados, derivados de actividades industriales como la textil y la metalúrgica. Estas sustancias son altamente tóxicas y difíciles de eliminar, pues se acumulan en el ecosistema y afectan cuerpos de agua y suelos.
Los colorantes artificiales pueden causar alergias, toxicidad hepática y efectos cancerígenos. Por otro lado, los metales pesados, como plomo, mercurio, cadmio y arsénico, representan un grave riesgo para la salud, afectando los sistemas nervioso, renal y cardiovascular. En poblaciones vulnerables, especialmente niños, su exposición prolongada puede generar daños neurológicos irreversibles y enfermedades crónicas.
Dado el impacto de estos contaminantes, buscamos una alternativa para eliminarlos, especialmente del agua, ya que es un recurso esencial para la vida. Así, propusimos utilizar piedra pómez triturada como material adsorbente. Nuestras pruebas preliminares han demostrado que este mineral puede remover eficazmente colorantes como verde malaquita, naranja de metilo, azul de metileno y rojo Congo, empleados en diversas industrias.
En los experimentos realizados, soluciones altamente coloreadas se tornan transparentes tras ser tratadas con polvo de piedra pómez, lo que indica la transferencia del color de la solución a la superficie del material. Esto sugiere que la piedra pómez podría ser una opción viable para obtener agua libre de colorantes de manera sencilla y accesible.
Además, estamos estudiando la eliminación de arsénico, un metal pesado que representa un grave problema en la Comarca Lagunera de nuestro Estado. Este contaminante está presente en los cuerpos de agua y su consumo prolongado puede provocar serios problemas de salud, como cáncer y enfermedades cardiovasculares. Aunque aún nos encontramos en la fase inicial del proyecto DIP-UADEC C01-2024-9, confiamos en que la piedra pómez puede convertirse en una solución asequible para la remoción de arsénico en esta región.
El problema del agua contaminada no es exclusivo de la Comarca Lagunera; en diversas regiones de México se han detectado altos niveles de contaminantes provenientes de distintas fuentes. Un ejemplo es el Río Atoyac, que atraviesa los estados de Puebla y Tlaxcala y presenta una contaminación significativa por colorantes y metales pesados. Por ello, trabajamos en conjunto con el Centro de Investigación en Química Aplicada para desarrollar soluciones aplicables en distintas zonas del país.
Sabemos que aún queda un largo camino por recorrer, pero estamos comprometidos con la aplicación de materiales naturales en la ciencia para mejorar la calidad del medio ambiente. La piedra pómez, un recurso accesible y abundante en México, podría ser una alternativa sustentable para enfrentar la contaminación del agua y reducir los riesgos asociados a los colorantes y metales pesados. Nuestro objetivo es continuar investigando y desarrollando tecnologías asequibles que permitan un futuro más limpio y seguro para todos.
Facultad de Ciencias Químicas, Unidad Sureste
