Empresa biotecnológica logra recrear lobos con rasgos de una especie extinta hace 10 mil años

Foto: X @colossal

Dallas, TX.- Durante más de diez años, la comunidad científica ha explorado la posibilidad de devolver a la vida a especies extintas, un proceso conocido como “desextinción”. Hoy, esa ambiciosa idea parece estar más cerca de convertirse en realidad gracias a Colossal Biosciences, una empresa biotecnológica que ha desarrollado ejemplares con características del mítico lobo terrible, una especie prehistórica que alcanzó fama popular a través de la serie Game of Thrones.

En 2021, un grupo independiente de investigadores logró extraer material genético de fósiles de lobos terribles, animales que desaparecieron hace aproximadamente 10 mil años. A partir de ese avance, Colossal ha conseguido editar 20 genes del lobo gris moderno, introduciendo rasgos distintivos de los antiguos lobos extintos.

Utilizando células modificadas genéticamente, los científicos crearon embriones que luego fueron implantados en hembras sustitutas. El resultado: tres lobos nacidos en condiciones controladas, dos machos de seis meses llamados Rómulo y Remo, y una hembra de dos meses llamada Khaleesi.

Estos nuevos ejemplares presentan características físicas notables, como un tamaño superior al del lobo gris y un espeso pelaje claro, similar al descrito en registros fósiles del lobo terrible. Colossal, cuyo valor estimado alcanzó los 10 mil millones de dólares en enero, mantiene a los animales en una instalación privada ubicada en algún punto del norte de Estados Unidos, cuyo emplazamiento no ha sido revelado.

Los cachorros con 6 meses de vida tienen una dieta en la que combinan de carne de res, venado y caballo; además, pese a su corta edad ya miden 1.20 m. de largo, pesan 36 kilos y podrían crecer hasta 1.80 m. y pesar hasta 68 kilogramos.

En el vídeo se escucha el aullido de estos animalitos, que rápidamente demuestran que la genética es un paso gigante para evitar que más animales se extingan en el planeta.

“Deberíamos darnos la oportunidad de ver qué pueden hacer nuestros grandes cerebros para revertir algunas de las consecuencias negativas que ya hemos causado al mundo”, indicó Beth Shapiro, directora científica de Colossal.

 

 

Autor

Agencias