LA CUEVA DE LA CANDELARIA

En la arqueología nacional destaca el descubrimiento que se hiciera  de dos grandes cuevas mortuorias en los estados de Coahuila y Durango,  en localidades relativamente cercanas a nuestra gran ciudad de Torreón, descubrimientos que vinieron a confirmar  la existencia de grupos prehipánicos en nuestro entorno, que eran cazadores y recolectores, los que si bien no dejaron vestigios arquitectónicos con los que se demostrara su existencia, si nos comprobaron que tuvieron una real existencia en estas tierras norteñas, alejadas de las grandes culturas prehispánicas que existieron en México.

Es entre  los años de  1953 y 1954  cuendo ocurre el hallazgo de la llamada Cueva de La Candelaria, por encontrarse ubicada  en la “Sierra de La Candelaria” en el valle de Las Delicias en el suroeste del estado  de Coahuila de Zaragoza, ceracana  a la Comarca Lagunera. Es en los meses de  marzo y abril de 1953 cuando se realizaron las primeras exploraciones, señalando los investigadores que no se encontraban ante un sitio donde habitaran los cazadores-recolectores, sino que se trataba de una simple gruta de grandes dimensiones, la cual fue utilizada  por los primitivos laguneros de tal región como un enorme  despósito mortuorio, esto según estudios del Instituto Nacional de Antropología e Historia.

Es de resaltar el importantísimo dato referente a quienes realizaron investigaciones y estudios de la Cueva de La Candelaria, pues un grupo de maestros y alumnos  de la entonces  “Secundaria  y Preparatoria Venustiano Carranza”, de la actual Universidad  Autónoma de Coahuila, tuvo una importante intervención, siendo los mismos encabezados  por el inolvidable maestro don  Wenceslao Rodríguez “Chelayito” —como le llamábamos los alumnos—, quien encabezó varias exploraciones  en la cueva en cita, de la cual algunos de los objetos previa autorización de las autoridades antropológicas—,  formaron parte del gran e importante museo de la mencionada institución educativa.

Señalaban los antropólogos que gran número de “bultos mortuorios” que fueron  encontrados “constaban de un esqueleto flexionado, envuelto en una tela, cobija o manta elaborada en fibra de yuca o agave, amarrado con un gran nudo”. Sobre la cabeza, señalan los antropólogos, “una especie de turbante de candelaria”, pedazos de cuero cubriendo  la cara y a veces  también el pecho del cadáver, sandalias de fibra de yuca colocadas en los pies; collares de huesos, concha y semillas y pectorales sujetados alrededor del cuello, cuchillos de pedernal alrededor del brazo faldillas de cordeles”.

De igual forma se encontraron arcos, flechas, cuchillos, palos como dardos. Como es de observarse con esta sumaria relación, el descubrimiento de la Cueva de La Candelaria nos ha enseñado que en estas tierras existieron grupos de tribus prehispánicos, lo que hasta tal fecha , poco o nada se conocía.

Autor

El Heraldo de Saltillo
El Heraldo de Saltillo
El periódico con mayor tradición en Saltillo.