Deja IMSS-Bienestar sin medicamentos a varios estados

Subsecretario de Salud federal reconoce la crisis en la distribución de medicinas

Desde la desaparición del Seguro Popular y la implementación del fallido Insabi, Morena apostó por el IMSS-Bienestar como la solución definitiva al sistema de salud. Sin embargo, la realidad ha mostrado un panorama crítico: hospitales públicos enfrentan un grave desabasto de medicamentos, y las promesas presidenciales de un sistema “mejor que el de Dinamarca” se han desvanecido.

El propio subsecretario de Salud federal, Eduardo Clark, reconoció la crisis en la distribución de medicinas, admitiendo su estado crítico. Las denuncias no han cesado: pacientes, médicos y organizaciones civiles reportan la falta de insulina, medicamentos oncológicos y tratamientos básicos para enfermedades crónicas en hospitales del IMSS-Bienestar. Desde 2020, más de 30 mil niños con cáncer han sido afectados por la escasez de quimioterapias, y pacientes con enfermedades renales y diabetes enfrentan graves riesgos por la falta de tratamientos esenciales.

 COMPRAS FALLIDAS Y DESORGANIZACIÓN GUBERNAMENTAL

A finales de 2024, la nueva administración intentó solucionar el problema con compras de emergencia, pero la estrategia fue tardía y deficiente. Hospitales generales y de alta especialidad siguen sin recibir los insumos necesarios. En varias entidades, médicos han denunciado que deben racionar tratamientos debido al bajo suministro.

Clark justificó la crisis diciendo que el gobierno se encuentra en un “cambio de modelo” en la adquisición de medicamentos. Sin embargo, la centralización de compras y la eliminación de mecanismos estatales han sido un desastre. La Auditoría Superior de la Federación (ASF) reveló que, en 2023, el 40% de los medicamentos adquiridos no llegaron a tiempo a los hospitales, afectando a miles de pacientes.

 UN SISTEMA DE SALUD EN RUINAS

La falta de medicamentos es solo uno de los síntomas del colapso del sistema de salud bajo Morena. La desaparición del Seguro Popular dejó sin cobertura a más de 15 millones de mexicanos, y la promesa de un sistema de salud universal ha terminado en hospitales saturados, insumos inexistentes y médicos obligados a trabajar en condiciones precarias.

El IMSS-Bienestar no ha logrado satisfacer ni las necesidades básicas de los hospitales públicos. La falta de infraestructura, la pésima planeación y la corrupción en la compra de medicamentos han convertido la atención médica en un calvario.

 MORENA Y EL DISCURSO CONTRADICTORIO SOBRE LA SALUD

Mientras el gobierno insiste en que está construyendo un sistema eficiente, los números reflejan lo contrario:

  • Más de 30 mil niños con cáncer han sido afectados por el desabasto de quimioterapias.
  • El 40% de los medicamentos adquiridos en 2023 no fueron entregados a tiempo.
  • Más de 15 millones de mexicanos perdieron su cobertura médica tras la eliminación del Seguro Popular.
  • Al menos 10 estados reportan la falta de insulina, antibióticos y tratamientos para enfermedades crónicas.

Las declaraciones de Clark sobre una posible regularización en marzo parecen ser solo una estrategia para ganar tiempo. Mientras tanto, miles de mexicanos siguen sufriendo las consecuencias de un sistema colapsado por la incompetencia y la corrupción. La gran pregunta es: ¿cuánto más tendrán que esperar los pacientes para que se ponga fin a este desastre? (EL HERALDO)

 

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El Heraldo de Saltillo
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