La política es un concepto con muchas acepciones. Como ciencia tiene la función de proporcionar una descripción, explicación y críticas correctas, objetivas y auténticas de los fenómenos políticos; y, aportar verdades, generalmente obligatorias, dentro de ciertas constantes de la acción política.
Como técnica procesa las decisiones en acciones y se refiere al uso del instrumental del actuar político: técnica jurídica, técnica parlamentaria, técnica electoral. Como arte se identifica con la habilidad para hacer bien una cosa y con la virtud de combinar lo bien hecho con equilibrio, mesura y simetría para producir la armonía de lo bello; si lo político sólo se hace bien, el político es un artesano; si lo hecho es bueno y bello, un artista; si el quehacer político no está bien hecho, la política se vuelve artificiosa llena de artilugios.
Como actividad humana, en general, se refiere a la relación entre mandato-obediencia; mandantes-mandatarios; lucha por el poder y manera de ejercerlo.
La política es una actividad superior del quehacer humano, pues mediante ella se producen las reflexiones sobre el sentido de la vida; cuando se pierde, éste se entra en periodos de crisis que se intentan resolver por medio de la política.
Vivir políticamente es aprender a poner en crisis la vida, porque se trata de superar las innumerables contradicciones de la convivencia y cooperación social en una tarea sin fin. «Este aprendizaje -dice Eduardo Nicol, refiriéndose a la Grecia clásica- es la paideía política en acción: una acción íntima, que no se confunde ni con la teoría política ni con la actividad política… la constitución de un mundo político forja nuevas vinculaciones del individuo con la comunidad y crea nuevas formas de vida: presupone el hallazgo de la individualidad. Este hallazgo produjo un desglose de la vida que hoy damos por descontado, cuando para el griego lo que daba por descontado era la unidad (de la polis)».
Este aprendizaje era para el griego descubrir su individualidad para de ahí fortalecer a su demos y a su polis; hoy ese aprendizaje es descubrir una unidad estatal y, de ella, regresar a los derechos individuales. Un griego se presentaba con su nombre y su relación a su demos: Sócrates de Alapece, Tales de Mileto…; hoy, somos individuos sin relación con nuestro demos, y es ahí donde está el proceso de desarrollar para unir personas con comunidad. (manual.inep.org)
¿Y por qué está contento López Obrador?
Bueno, dejemos que sea él quien nos explique sus razones:
“Primero, porque se triunfó en la pasada elección. Fue una consulta al pueblo y fue el poner a prueba una idea que tenemos de que el pueblo es bueno y que el pueblo es sabio, aunque se burlan cuando digo los conservadores, porque han buscado por siglos desconocer al pueblo, a hacer a un lado al pueblo.
Se llegó a decir que la política era asunto de los políticos. No, la política es asunto de todos.
Y siempre hacían a un lado a la gente: ‘No saben ustedes de política, la política tiene que ver con los políticos, con la clase política’, decían. No, se demostró en esta elección, volvió a quedar de manifiesto que en la verdadera democracia el pueblo es el que manda y es el que decide.
Por eso todavía, ya van para dos meses de la elección y no reaccionan, están todavía aturdidos porque se creen sus dogmas, se creen sus fanatismos, se creen esa manera de pensar que fue impuesta desde hace siglos de que no existe el pueblo.
Entonces, tienen una atmósfera, es como una burbuja, es como otro mundo, se hablan entre ellos.
Y esto lo complementaban y les funcionaba porque tenían el control de la mayoría de los medios de información, sobre todo de la prensa, de la radio, de la televisión, y así manipulaban y tenían el control político, ellos decidían desde la cúpula y todo, todo esto para quedarse con el presupuesto público, y con los bienes del pueblo, con los bienes de la nación.
A eso le llamaban democracia. No, eso no era democracia en sentido estricto, porque la democracia, como dije, es el gobierno del pueblo, para el pueblo y con el pueblo, y al pueblo no lo convidaban, el pueblo no participaba, el pueblo no existía para ellos, sólo para legitimar los cambios de gobierno y para seguir robando, para eso necesitaban al pueblo. Cada vez que había elecciones era cuando se aparecían en las comunidades a entregar despensas, frijol con gorgojo, materiales de construcción, pollos, patos, chivos, borregos, puercos, cochinos, marranos. Eso eran los políticos y la política de antes.
Y ya terminaba el proceso electoral y ya no les volvían a ver ni el pelo. Esa era la forma de operar, el modus operandi que se tenía. Eso no es auténtica democracia; eso se llama, desde la época de los griegos, oligarquía, el gobierno al servicio de una minoría, es lo contrario a la democracia, que, como su nombre lo indica, demos significa pueblo, kratos significa poder, es el poder del pueblo, esa es la democracia.
¿Y qué cosa es lo que ellos piensan que es la democracia o la que quisieran que prevaleciera? Es kratos sin demos, el poder sin pueblo. Pues eso que lo vayan a buscar a otras partes, porque aquí ya no, aquí es poder con pueblo, pueblo con poder.
Por eso, hemos avanzado mucho en la revolución de las conciencias y México es actualmente uno de los países más politizados del mundo.
Nuestro país está siendo estudiado, analizado, es admirado por muchos países en el mundo, el prestigio de nuestro querido México.
Hemos avanzado bastante y ahora vamos a darle continuidad a la transformación, como aquí lo ha planteado la presidenta electa, quien es una mujer excepcional, no podíamos esperar que fuese de otra manera, fue lo mejor que nos pudo pasar a los mexicanos, es una bendición el que se va a tener una presidenta como Claudia Sheinbaum para darle continuidad a la transformación, por eso estoy contento.
Imagínense lo contrario, porque a veces nos pasan las cosas de noche y no reparamos en lo que se hace con estos procesos de transformación, pero imagínense si no hubiese sido así. Toco plástico, aquí no es madera. Imagínense cómo estaríamos ahora, preocupados porque los programas de Bienestar no estarían asegurados.”
Esas, ha explicado el presidente, son las razones por la que está contento.
Y para todos los que participan en política, sugiero una conclusión: hoy y siempre voltear a ver al pueblo y atender sus significados culturales y necesidades es fundamental para que la política dé frutos sociales, así de simple.
José Vega Bautista
@Pepevegasicilia
josevega@nuestrarevista.com.mx
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