UN FORMATO SOPORÍFERO

POR JUAN ANTONIO MARTÍNEZ BARRIOS

Los ciudadanos de Torreón se han quedado esperando un debate entre los cinco candidatos a la Alcaldía. Porque el del domingo pasado, organizado por el Instituto Electoral de Coahuila, estuvo muy lejos de constituir un debate, en el sentido de una indispensable confrontación de ideas, con réplicas y contrarréplicas.

Los aspirantes postulados por los cinco partidos y coaliciones participantes bien pudieron haber enviado su oferta política por escrito y que alguien le diera lectura. Porque la participación de cada uno de ellos en todo caso pudo pasar por una prueba de lectura. En ese sentido, la falta de confrontación de ideas no fue culpa de los candidatos sino más bien de la autoridad electoral y su formato soporífero. Por supuesto, todos se dijeron ganadores del remedo de debate.

Por lo demás, el alcalde que busca la reelección, Román Alberto Cepeda, que es el contendiente a vencer, fue a cumplir y de hecho a dar un repaso de las acciones más relevantes realizadas en lo que va de su administración, entre las que destacan los rubros de seguridad pública y desarrollo económico.

Queda más que claro que la contienda es de dos: por un lado, Cepeda González, postulado por la Alianza Ciudadana por la Seguridad, que integran PRI, PRD y la Unidad Democrática de Coahuila. Y por otro, Shamir Fernández, por la coalición Sigamos Haciendo Historia. No se le advierten posibilidades ni siquiera al panista Sergio Lara, a pesar de

que ha realizado una labor proselitista, digamos, aceptable. Y más abajo en las preferencias se encuentran José Ignacio Corona, del Verde Ecologista, y Jorge Torres, de Movimiento Ciudadano, con todo y que Nacho Corona le disputó a Fernández Hernández la representación de la 4T.

Si bien no se puede hablar de un claro ganador, sí de un perdedor: el neomorenista Fernández Hernández, quien desaprovechó la oportunidad de llamar la atención de electorado aun así fuera, a costillas del priista. Los demás cumplieron la encomienda sin pena de gloria, con los lapsus del neoverde Corona Rodríguez, quien imprevistamente se quedaba trabado, sin poder abrir la boca. La moderadora del seudo debate no desentonó con la pésima organización, de tal forma que se equivocó en varias ocasiones.