El dilema de la seguridad en los gimnasios mexicanos: quejas y soluciones

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En el mundo, los gimnasios son parte esencial de la vida de aquellas personas que quieren llevar una vida sana. Se trata de establecimientos diseñados para no solo brindar espacios y maquinaria adecuada para la actividad física, sino también garantías de seguridad que permitan ejercitar sin preocupaciones.

Sin embargo, esto no es lo que experimentan los mexicanos.

Eso se debe a que, en los últimos meses, se han registrado al menos tres fallecimientos dentro de los gimnasios de la cadena Smart Fit. En todos los casos, los fallecidos experimentaron desvanecimientos previos a la muerte, con los servicios de primeros auxilios interviniendo de manera inmediata.

Si bien el gimnasio no tendría la culpa de manera directa en ninguno de los fallecimientos (al menos de momento), distintos usuarios han reportado la falta de protocolos de seguridad diseñados para atender emergencias.

En otros casos, se han generado denuncias acerca de instructores que operan sin los permisos adecuados.

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El dilema que atraviesa la seguridad

La falta de cámaras de videovigilancia con las que el personal pueda monitorear el correcto funcionamiento de los equipos, y el desarrollo adecuado de las actividades, también tendría un impacto en los incidentes que se registran en los gimnasios mexicanos.

En los peores casos, esta carencia de vigilancia dificulta el trabajo de las autoridades al momento de analizar los accidentes.

Sin embargo, también se han visto quejas en distintas ciudades del país por administradoras que instalan cámaras en regaderas y vestidores, violando la intimidad de los clientes y eventualmente forzando el desmontaje de las mismas en algunos casos.

El dilema que surge de la disminución de la videovigilancia es que tiene el potencial de incrementar el número de hechos delictivos que ocurren dentro de los establecimientos. No se trata de situaciones aisladas, sino de una realidad que se ha visto ya en estados como Jalisco, Nuevo León y Ciudad de México, de la mano del veloz incremento en la delincuencia.

Ante esto es recomendable la instalación de sistemas de entrada y control de acceso como herramientas para complementar la videovigilancia limitada. No solo funcionan como un diferencial al momento de atraer clientes y brindar un mejor servicio, sino que además permiten disminuir las incidencias de seguridad causadas por el acceso de personas ajenas al gimnasio.

Para conocer más sobre los beneficios de un control de acceso moderno para gimnasio, puedes acceder en el siguiente link donde encontrarás más información.

¿Existe solución a la falta de regulación?

Se estima que gran parte de los 8.000 gimnasios que se encuentran operativos actualmente en todo México operan sin las medidas de seguridad adecuadas, poniendo en riesgo a sus clientes. Por eso, la única solución que existe es que las autoridades pertinentes tomen cartas en el asunto y hagan cumplir las regulaciones establecidas.

Y es que el problema sería precisamente la falta de seguimiento, ya que sí existen distintas regulaciones destinadas a hacer que las franquicias de gimnasios sigan todo tipo de medidas de seguridad, desde obligar la acreditación de los instructores, hasta la ubicación de las cámaras de vigilancia.

Se trata de una situación compleja para los clientes, quienes no cuentan con un acompañamiento real por parte de las autoridades al momento de proteger sus derechos.

Ante esto, los deportistas solamente tienen el poder de hacer las quejas correspondientes ante los administradores del establecimiento, así como realizar denuncias ante las autoridades en caso de que no se tomen las medidas solicitadas. Si ninguna de las partes toma acciones para solventar los problemas, lo mejor será buscar otro gimnasio donde entrenar.

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¿Qué más puede hacer el cliente?

En primera instancia, los clientes deben estudiar en profundidad el contrato que ofrece cada entidad para determinar si este cuenta con las cláusulas que procuren su seguridad. Si bien la mayoría están diseñadas para proteger al establecimiento, otras forman parte de regulaciones diseñadas para cuidar al cliente en caso de negligencia y mal funcionamiento de los equipos.

Aunque en algunos casos los accidentes y muertes en el gimnasio puedan responder a fallas en los equipos y malas prácticas derivadas del desconocimiento y la falta de acompañamiento, también queda de parte de los clientes el conocimiento sobre su propio estado de salud para evitar riesgos durante el entrenamiento.

Adicionalmente, el uso de sustancias para mejorar el rendimiento deportivo, desde los suplementos “pre-entreno”, hasta esteroides anabólicos, pueden generar efectos secundarios capaces de poner en peligro al consumidor. Estos pueden ir desde la deshidratación, hasta el aumento irregular en la frecuencia cardiaca, lo que puede representar un riesgo mortal.

Parte de los gimnasios en México, al igual que muchos otros negocios en el país, operan fuera de lo establecido por la ley. Por eso, la denuncia y la abstención son las mejores maneras de mitigar el peligro que representan estos establecimientos.