Monterrey.- La instalación de la Gigafactory de Tesla en Nuevo León hasta el momento no está en duda, pero lo que sí es un misterio es cuándo iniciará su construcción y arrancará su producción, coincidieron ayer consultores en atracción de inversión en el Estado.
El incierto panorama se debe al vendaval que enfrenta la compañía de Elon Musk, que incluye la creciente competencia de vehículos chinos eléctricos más baratos, particularmente de BYD.
Además, enfrenta la caída del 8.5 por ciento anual en las ventas del primer trimestre del 2024 -la primera baja en cuatro años- y el recorte del 10 por ciento de su fuerza laboral anunciado este lunes.
La acción de Tesla ha resentido la tormenta.
Tan sólo esta semana ha caído 8 por ciento, una disminución de 13 mil 900 millones de dólares en el valor de mercado de Tesla.
En lo que va del año, los títulos se han desplomado 37 por ciento: 291 mil millones de dólares de valor de capitalización.
Todo esto podría afectar a la llegada de la armadora a Nuevo León para fabricar el Modelo 2, que podría venderse en unos 25 mil dólares.
«Hasta el momento», dijo un bróker que prefirió el anonimato, «seguimos atendiendo a proveedores de Tesla, algunos que ya vinieron a instalarse aquí y que le surten a su planta de Austin, y que en algún momento también le surtirán a su Gigafactory de Santa Catarina.
«Eso, al menos, sigue en los planes de estas empresas».
Otra fuente, que fue en su momento la que confirmó a EL NORTE la elección de Nuevo León por parte de Tesla para su Gigafactory, coincidió en que sí se instalará la planta, pero ya no con la misma prisa que la proyectada.
«Tesla no ha mostrado su plan de calendarización», dijo. «No se conoce, no se sabe a ciencia cierta cuándo va a empezar construcción.
«Hasta el momento, el proyecto sigue en pie, pero no se tiene certeza de su inicio».
Un consultor que ha traído también a proveedores chinos dijo que hay presión de BYD, que ha lanzado al mercado vehículos eléctricos de 14 mil dólares, algo no previsto en el plan de largo plazo de Musk.
Sin embargo, dijo que ahora tiene mayor presión de lanzar su plataforma de vehículos eléctricos y aprovechar el respaldo que da la marca Tesla contra la china.
Iván Rivas, Secretario de Economía del Estado, refirió que están trabajando en la infraestructura para cuando Tesla esté lista para empezar.
«Las desventajas están en que todavía no se ha masificado este producto, por lo tanto, sigue siendo caro para la mayoría de la población», señaló el consultor.
«Tampoco hay suficiente infraestructura de cargadores para baterías eléctricas ni en países como México, ni en las grandes ciudades de Estados Unidos, para el mercado que se quiere desarrollar».
En enero pasado, Musk comentó que la producción del Modelo 2 iniciaría en su fábrica de Texas en la segunda mitad del 2025, mientras que la puesta en operación de la Gigafactory de Santa Catarina, según la solicitud presentada por Tesla Manufacturing México, estaría contemplada para el año 2027.
El tiempo dirá si esa lejana fecha no se mueve todavía más. (AGENCIA REFORMA)
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