Algunas personas con frecuencia no estamos conscientes de lo que significa no rendirse, esta acción la realizamos, sobre todo, cuando iniciamos una actividad que desconocemos, es normal que no la dominemos al iniciarla, sin embargo, nos desesperamos con gran facilidad y dejamos de intentarlo nos rendimos. Rendirse es abandonar, dejar que las situaciones retadoras trunquen nuestros sueños, metas, deseos, es someterse a la adversidad. Por ello, la palabra rendirse es por lo regular interpretada como renunciar, abandonar alguna actividad. La palabra viene del griego ANTHISTEMI, que significa ponerse en pie. En latín resistire significa “tolerar, combatir una fuerza”.
En diferentes manifestaciones del arte, se ha interpretado lo que significa no rendirse, por ejemplo, Mario Benedetti escribió el poema No te salves, que uno de sus párrafos dice así: “No te rindas, por favor no cedas, aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se ponga y se acalle el viento, aún hay fuego en el alma, aún hay vida en tu seno”. También lo menciona en una canción el grupo español el Dúo dinámico titulada Resistiré, cuya letra fue escrita por Carlos Toro Montoro, periodista y compositor; la música es de Manuel de la Calva. La considero un himno, en una de sus estrofas dice: “Resistiré, para seguir viviendo. Soportaré los golpes y jamás me rendiré. Y aunque los sueños se me rompan en pedazos, resistiré, resistiré” canción que se hizo popular durante la pandemia del COVID-19.
En la biblia en Efesios 6:13 dice: “Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes”, este versículo nos anima a enfrentar las complicaciones de la vida con valentía, mantenerse firme y no moverse de ahí. Nos debemos entrenar para tolerar y aguantar lo que venga. En lo espiritual significa entregarse a la vida tal y como es.
Cuando se va a iniciar una nueva actividad pensemos en nadar, para lograr hacerlo correctamente se debe primero aprender a flotar para evitar asustarse y tener miedo a hundirse, después relajar la respiración para dominarla tomar aire y expulsarlo dentro del agua, al inició es normal que te atragantes con el agua, ya que dominas el flotar y el respirar, entonces te concentras en la patada y el braceo, ya que en cada estilo se realiza de manera diferente, para lograr nadar entonces, debes tener paciencia, practicar y practicar hasta dominar el miedo a no ahogarse, lamentablemente las personas que no lo logran de inmediato y abandonan la actividad se rinden. Se pierden de ser grandes nadadores y de todos los beneficios de hacerlo.
Si desea aprender a tocar la guitarra, es necesario desarrollar la agilidad en los dedos, conocer las notas musicales, a tomar correctamente la guitarra, a tener una postura adecuada, aprenderse las partes que la componen, dominar los acordes, las notas, la tablatura, afinar el oído para identificar que la cuerda de arriba es la más aguda y la de abajo la más grave, soportar el dolor en los dedos y además contar con la paciencia, tiempo, practicar, practicar, cuando la dominas dejarse llevar por las notas musicales. Diversas personas al no lograr interpretar sus canciones preferidas abandonan la actividad sin saber que podrían ser grandes guitarristas.
Cualquier tipo de actividad nueva que deseemos iniciar, es indispensable comprender y aceptar que al inicio no la vamos a dominar, que vamos a realizarla con torpeza porque debemos desarrollar determinadas habilidades para hacerlo correctamente. Por ello, evitemos sufrir de Atiquifobia el miedo irracional e intenso frente a las situaciones que puedan suponer un fracaso para la persona. Estimado lector es transcendental nunca rendirse, seguir y seguir, con dedicación, perseverancia, paciencia, persistir y sobre todo resistir.
Autor
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Cursó la Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública en la UNAM. Obtuvo el Grado de Maestra en Psicología Social de Grupos e Instituciones por la UAM-Xochimilco y el Doctorado en Planeación y Liderazgo Educativo en la Universidad Autónoma del Noreste. Cuenta con la Especialidad en Formación de Educadores de Adultos por la UPN; y con los siguientes diplomados: en Calidad Total en el Servicio Público, Análisis Politológico, y en Administración Municipal en la UNAM, entre otros.
Ha desempeñado diferentes cargos públicos a nivel Federal, Estatal y Municipal e impartido cursos de capacitación para funcionarios públicos, maestros, ejidatarios en el área de Administración Pública y Educación. Catedrática en la UNAM, UA de C, UVM, La Salle y en la UAAAN. Asesora y sinodal en exámenes profesionales en el nivel licenciatura, maestría y doctorado. Ha publicado varios artículos en el área de administración pública y educación en diferentes revistas especializadas, ha asistido a diferentes Congresos a nivel nacional e internacional como ponente en el área de Administración Pública y Educación, coautora en dos libros. Autora del libro Islas de Tierra firme.
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