Ciudad de México.- A 30 años del asesinato de su padre, Luis Donaldo Colosio Riojas afirmó que el país sigue con hambre y sed de justicia.
Tras una guardia de honor en el monumento a Luis Donaldo Colosio Murrieta en Magdalena, Sonora, su hijo manifestó que siguen los pendientes de justicia social que el ex candidato presidencial del PRI avizoró en su campaña.
«México el día de hoy sigue con hambre y con sed de justicia. Eso no se ha acabado. Realmente lo que él quería y lo que él buscaba era impulsar una lucha para poder hacer justicia social.
«Para poder generar condiciones de movilidad y de desarrollo económico y social a nivel regional. Incluso a nivel municipal», declaró sobre la situación actual de México.
El también candidato a senador por Nuevo León aseguró que ve «muchísima gente» que enfrenta la deuda histórica de lograr mejores condiciones de vida. Gente, mencionó, que está ávida de poder tener esa justicia social.
«De que los volteen a ver y sobre todo de que se puedan aprovechar oportunidades para salir adelante. Eso es lo que quería mi papá: igualdad de condiciones, igualdad de oportunidades e igualdad de desarrollo. El potencial para todas las personas en este país. Y eso es lo que nosotros también impulsamos y queremos hacer en todo momento», mencionó al pie del monumento, acompañado de su hijo.
Agregó que en todo el país hay muchas asignaturas pendientes, particularmente en educación y salud, y todo lo demás está conectado con esto.
Explicó que está comprobado que en cualquier país en donde se le invierte genuinamente a la gente, a su desarrollo, a su bienestar y a sus oportunidades, mejora su sociedad.
«O sea, si realmente educas a tu gente, si le das plataformas de salud, vas a tener menos embarazos adolescentes, menos criminalidad, menos encarcelaciones, menos muertes violentas.
«En general vas a tener mucho más desarrollo si le inviertes a lo más importante que tiene tu país, que es tu gente. Es lo que debemos estar haciendo aquí, en todos lados», sostuvo.
Colosio Riojas también habló sobre el efecto del magnicidio de su padre en su familia.
Aseguró que lo que le pasó a él no es tan distinto a lo que le pasa a muchísimos niños y a muchísimos jóvenes en todo el país, todo el tiempo.
«La única diferencia es que a mi papá le pasó en televisión nacional y era una persona pública, y quizás eso ayudó a que tuviera mayor visibilidad.
«A mí me gustaría que 30 años después -que bueno que sigamos honrando la memoria de Colosio- pero la mejor forma de honrar la memoria de Colosio es asegurándonos que no les suceda a niños el día de hoy lo que le pasó a niños el día de ayer», reflexionó.
«Necesitamos realmente hacer justicia hoy».
También pidió a la sociedad mexicana no preocuparse por él y su familia.
«Créeme que a la familia Colosio se le hizo justicia el día que nació Luis Donaldo y María Emilia. A nosotros ya se nos hizo justicia, de una forma u otra.
«Lo que el país necesita el día de hoy es que este tipo de cosas ya no ocurran», remarcó.
También dijo que nunca habló ni tiene por qué hablar con Mario Aburto, el autor material del asesinato.
«Yo ya lo perdoné, hermano. Que Dios lo bendiga», expresó.
Más tarde, Luis Donaldo Colosio acudió a la presentación del libro «Cartas de Colosio», escrito por Rafael Medina.
Destacó que, a 30 años del suceso trágico del asesinato de Colosio, el país y él lo vivieron de maneras muy distintas.
«Si bien es cierto a México se le arrancó un candidato, truncaron una esperanza, se acabó un proyecto político, se frenó un cambio monumental que venía para el país, pero a mí me quitaron un padre y durante los siguientes 30 años nuestro proceso de reconstrucción ha sido distinto», destacó en el evento, al que acudió el gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, y el politólogo Agustín Basave, amigos cercanos del ex candidato presidencial.
Subrayó que el país ha tenido que reconstruirse y han surgido muchas ideas, muchas personas, muchas propuestas -buenas y malas-, para alcanzar un mejor país, y a la vez hay muchas asignaturas pendientes todavía.
En su caso, agregó, han sido 30 años de una reconstrucción familiar, en donde lo primero que debían hacer era sacar adelante a su hermana y a él, y a toda la familia, así como darle consuelo a sus abuelos y tías.
«Porque al final del día nos faltó Luis Donaldo, no el candidato, el familiar. Esa persona con la que hoy deberían estar jugando mis hijos. Esa persona con la que hoy me gustaría aconsejarme sobre cómo no regañar tanto a mis hijos», resaltó.
Comentó que Colosio Murrieta siempre ha estado rodeado de una mística de humanidad, de amor y de profunda generosidad.
«Y vaya que los mejores liderazgos del mundo parten precisamente de la generosidad y el alma y espíritu de Luis Donaldo Colosio Murrieta, no tenía paralelo.
«Hoy, 30 años después, mi llamado no es un llamado de justicia, no por algo que ocurrió hace 30 años, porque yo sí les voy a decir algo muy claro y enfáticamente el día de hoy: a Luis Donaldo Colosio Murrieta y a Luis Donaldo Colosio Riojas se les hizo justicia cuando nacieron mis hijos», aseguró. (AGENCIA REFORMA)
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