COMPETENCIA Y COOPERACIÓN

 Columna de El Colegio de Economistas de Coahuila, A.C.

 ¿Cómo medir la pobreza? 

Por: José Inocencio Aguirre Willars 

Vicepresidente de Política Económica y Social

La medición de la pobreza ha sido un tema de interés durante décadas, ya que proporciona una visión clara de la situación económica de un país o región. Sin embargo, la forma en que se ha medido ha sido tema de debate por generaciones enteras.

La pobreza no se limita únicamente a la falta de ingresos, sino que también afecta, o es consecuencia, de otros aspectos de la vida de las personas, como la educación, la salud, el acceso a servicios básicos, la vivienda, la seguridad alimentaria y el empleo digno. Medir la pobreza de manera multidimensional es fundamental para comprender realmente las condiciones de vida de las personas en situación de pobreza, para entender la raíz del problema, y poder así, diseñar políticas efectivas para combatirla.

En México, desde el año 2006, con la creación del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), y derivado del levantamiento cada dos años de la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares (ENIGH), se identificó la condición de pobreza con base en la intersección de dos espacios: el espacio de bienestar económico y el espacio de derechos sociales.

La medición multidimensional de la pobreza tiene en cuenta una serie de indicadores en varias dimensiones, y asigna un puntaje a cada individuo o hogar en función de su situación en cada una de estas dimensiones. Al combinar los puntajes de todas las dimensiones, se obtiene un índice o un porcentaje que refleja la situación de pobreza de una persona.

La ventaja de este enfoque es que proporciona una visión más completa de la pobreza. Por ejemplo, una persona puede tener un nivel de ingresos suficiente para no ser considerada pobre según los estándares de ingreso, pero aun así puede estar experimentando pobreza en otras dimensiones, como no tener acceso a servicios de salud o educación de calidad.

Incorporar múltiples dimensiones en la medición de la pobreza también permite identificar las desigualdades existentes en la sociedad. Por ejemplo, se puede observar si ciertos grupos poblacionales están más expuestos a algunas dimensiones de la pobreza que otros y diseñar políticas focalizadas en estos grupos para reducir las desigualdades.

La medición multidimensional sirve también para evaluar el impacto de las políticas y programas implementados para combatir la pobreza. Al medir la pobreza en varias dimensiones, se pueden identificar las áreas en las que las políticas están teniendo éxito y aquellas en las que se necesita hacer ajustes o proporcionar más recursos.

El gran esfuerzo realizado en México para generar esta metodología, fruto de intensos análisis y debates con los mayores expertos nacionales e internacionales en la materia, resultó en una metodología que ha sido reconocida y replicada alrededor del mundo, y que tenía por principal objetivo coadyuvar, a través del análisis y la medición sistemática de la implementación de las políticas sociales, la efectividad que se da en la movilidad social de los beneficiarios de programas sociales.

Desafortunadamente, con este gobierno regresamos a las políticas unilaterales de los años que nos dieron las desigualdades que hoy vivimos. Hoy todos los esfuerzos van encaminados a las transferencias económicas, descuidando por completo los derechos sociales. El resultado, en materia de salud, por ejemplo, pasamos de tener una carencia de este derecho del 28.2% al 39.1%, lo que significa que 14.7 millones de mexicanos dejaron de tener este servicio.

La información, el estudio y el análisis económico que generan organismos como el CONEVAL, no deben ser despreciados por los gobiernos en funciones, hacer menos el conocimiento y la técnica únicamente nos llevará por el camino del capricho y la politiquería.