Columna de El Colegio de Economistas de Coahuila, A.C.
El sistema de cuidados y la escasez de talento, dos caras de una misma moneda
Por: Abdelalí Jussalet Soto Vásquez
Coahuila ocupa el séptimo lugar nacional por su contribución al crecimiento del país; además en 2023 se posicionó en el top 10 nivel nacional como receptor de inversión extranjera.
De igual forma expertos estiman que producto del modelo de nearshoring Coahuila, dada sus ventajas competitivas, podría captar entre el 4% y el 6%, del total de los dos millones de empleos adicionales que se generarán hacia 2030.
En este sentido, es evidente que la demanda por mano de obra seguirá una espiral ascendente, por ejemplo, según Manpower habrá un 48% de crecimiento promedio en las plantillas laborales de las grandes empresas del noroeste mexicano; sin embargo, frente a este escenario de alta actividad laboral en el futuro próximo, los empleadores expresan ya dificultad para encontrar el talento que necesitan.
Desde la óptica de la política pública, ¿qué opciones se pueden ofrecer?; sin duda las estrategias orientadas a reducir las barreras para la incorporación de las mujeres a la economía son una parte muy importante de la solución.
Un ejercicio de evaluación a las barreras que enfrentan las mujeres en las diferentes etapas de su trayectoria profesional realizado por el IMCO concluyó que las principales áreas de actuación para lograr una mayor presencia femenina en el sector productivo son tres: la primera reducir la desigualdad en la realización de trabajo no remunerado en los hogares, la segunda a aumentar la preparación del talento femenino y la tercera reducir la informalidad laboral en las mujeres.
En este espacio, abordaremos la primera de ellas aprovechando la discusión de las reformas laborales que se realizarán este año en el Congreso Federal, además de que, en ésta particularmente los gobiernos de las entidades constituyen importantes catalizadores del cambio.
En el país, según la Encuesta Nacional para el Sistema de Cuidados del Inegi, más de 31 millones de hombres y mujeres mayores de 15 años realizan trabajos de cuidados sin recibir remuneración; de estos 75% son mujeres, en específico madres, quienes tienden a pausar sus carreras profesionales por esta razón.
Ante la pregunta acerca de la preferencia sobre las prestaciones laborales entre las mujeres cuidadoras, que también realiza esta encuesta, la de mayor prevalencia con un 73% es, la posibilidad de ausentarse para cuidar de alguien más o realizar algún trámite relacionado con la familia.
Al considerar esta información es evidente la oportunidad que existe para los gobiernos y los empleadores para diseñar políticas públicas y empresariales que promuevan y fortalezcan una política general de cuidados que hoy no existe. Los cuidados son un motor para el funcionamiento de las economías, pues permiten que más personas realicen sus actividades diarias como tener un empleo o seguirse preparando.
Y sí hay mujeres dispuestas a incorporarse, de existir las condiciones, al mundo del trabajo formal y remunerado; la Encuesta de Ocupación y Empleo del Inegi calcula que en Coahuila este número supera las 40 mil.
Actualmente solamente el 48% de las mujeres trabajan, la tasa es similar en el país y en la entidad, pero con base en estimaciones del Banco Mundial de alcanzar un porcentaje de participación similar al de los hombres (76%), el producto interno bruto crecería entre 15 y 20% más.
Tal vez la respuesta a la creciente demanda por talento humano no sea tan lineal, pero estoy segura que parte de ella se relaciona con la creación de más y mejores oportunidades económicas para las mujeres.
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