¿Cómo encara AMLO la sucesión presidencial?

Ciudad de México.- Por primera vez en los últimos 18 años, Andrés Manuel López Obrador vive una elección presidencial desde el poder y sin ser uno de los contendientes… al menos en la boleta.

Siempre crítico de la intromisión gubernamental y del reparto de dádivas, como «el frijol con gorgojo», el tabasqueño tiene la oportunidad de demostrar si cumplirá su promesa de no meter la mano en la disputa por la silla de Palacio Nacional, las cámaras del Congreso, nueve gubernaturas y miles de cargos locales.

Sin embargo, llegará «tocado» al arranque de las campañas, con restricciones judiciales y medidas cautelares del Instituto Nacional Electoral (INE), que le prohíben hablar de partidos, coaliciones, candidatos y candidatas.

Como consecuencia de la veda electoral, el Presidente no podrán difundir información gubernamental, salvo que esté relacionada con los servicios educativos, de salud y protección civil, en casos de emergencia.

Pero eso no detendrá al político que obtuvo el registro de Morena hace casi 10 años.

Antes de que inicie la pelea por los votos, el Gobierno federal ya depositó más de 350 mil millones de pesos en pensiones, apoyos y becas a beneficiarios de los programas de Bienestar.

Se trata casi del 50 por ciento de la bolsa millonaria de recursos aprobada para el gasto social de este año, estimada en unos 745 mil millones de pesos.

Con el argumento de la veda, la 4T adelantó tres bimestres de las pensiones para adultos mayores, personas con discapacidad, el programa Hijos de Madres Trabajadoras y becas «Benito Juárez» de nivel básico, medio superior y superior.

Tres días antes del inicio de las campañas, incluso se realizó el pago de programas como La Escuela es Nuestra y Por una Mejor Vivienda.

Consciente de su popularidad, López Obrador también adelantó que se mantendrá vigente, a la vista y tratando de fijar la agenda pública. De entrada, no suspenderá sus conferencias mañaneras ni las transmisiones en redes sociales y por canales oficiales.

Además, admitió abiertamente que seguirá hablando de política: «Vamos a seguir hablando, ya no vamos a tratar temas políticos-electorales; temas políticos sí, porque la política es parte de nuestro trabajo, por eso es la Constitución Política, ¿no?».

A eso se suma que el tabasqueño iniciará un recorrido por todos los estados del País, en un esquema de «giras privadas», que en el papel considerarán actos masivos.

El «modelo» ya ha sido aplicado en procesos electorales anteriores y, a pesar de que no se convoca a los ciudadanos, la presencia del Ejecutivo difícilmente es inadvertida por medios de comunicación y pobladores intentan contactarlo.

«A partir de la veda (electoral), yo voy a hacer un recorrido por el País para supervisar obras que tenemos en proceso. Sin comunicación con ciudadanos, sin reuniones con ciudadanos, sino reuniones de trabajo, supervisión.

«Voy a estar en donde se están construyendo puentes, donde se están construyendo caminos, donde se están construyendo hospitales, donde estamos haciendo acueductos, desde luego, en los tramos del Tren Maya. A eso voy a dedicarme y voy a recorrer todo el País para seguir avanzando, el propósito es terminar todas las obras, no dejar nada en proceso, nada pendiente».

Las reformas, otra tribunaEl último periodo de sesiones de esta Legislatura correrá de manera paralela a la elección –por lo menos entre marzo y abril–, el Presidente tendrá un «espejo» en las tribunas del Congreso para debatir su paquete de 18 reformas constitucionales y 2 legales, que envió desde el pasado 5 de febrero.

Los proyectos no solo son los mismos que adoptó la candidata presidencial de Morena, Claudia Sheinbaum, sino que incluso serán promovidos en los spots ya pautados por el equipo de la candidata ante el INE, para arrancar la campaña rumbo a la elección de 2 de junio.

En este marco, la publicación de artículos en la prensa extranjera sobre supuestos financiamientos del narcotráfico a las campañas de AMLO, será otro elemento para permanecer en la narrativa electoral.

El Mandatario anunció que está listo para responder a «casi todas» las acusaciones que sean lanzadas en su contra:

«Qué casualidad que ahora que hay elecciones viene el New York Times, ahora sí que ¿de parte de quién? Por eso no podemos dejarlo pasar. Y vamos a seguir informando a la gente, si hay acusaciones sin sustento y que valgan la pena».

De manera paralela a las campañas y al papel que decida jugar, el Presidente tendrá que ir preparando el cierre de su sexenio, el «testamento político» de lo que pretende heredar y la entrega-recepción. (AGENCIA REFORMA)