Creó Red Bull por aburrimiento

Foto: Agencia Reforma

Monterrey, NL.- Dietrich Mateschitz creó la bebida energética Red Bull y el equipo campeón de la F1 por aburrimiento, cuenta The Wall Street Journal.

Austríaco de origen croata y fallecido en octubre del 2022 a los 78 años, trabajaba a principios de los 80 como ejecutivo de marketing para una empresa alemana que vendía pasta de dientes, detergentes y cosméticos.

El Journal refiere que de frente a los 40 años de edad se sintió atrapado en su rutina de viajes de negocios por el mundo.

“Todo lo que podía ver eran los mismos aviones grises, los mismos trajes grises, las mismas caras grises…”, dijo una vez Mateschitz.

Fue en un viaje a Tailandia en 1982 cuando, para superar la somnolencia del cambio de horario, aceptó tomarse un brebaje preparado como cura para la resaca.

Éste le hizo un efecto como si hubiese tomado tres cafés cargados, lo entusiasmó y en cuestión de meses dejó su trabajo y cofundó una empresa para vender esa bebida en Occidente con algunos ajustes… fue el origen del Red Bull, nombre derivado del tailandés Krating Daeng.

Luego, diseñó la lata en forma de bala de 8 onzas y le puso un precio de 2 dólares.

Para 1998 Red Bull vendía 300 millones de latas en todo el mundo al año.

Mateschitz prescindió en gran medida de los anuncios tradicionales y, en su lugar, se centró en festivales de música y, sobre todo, en deportes extremos, categoría en la que la F1 le ofreció el paraíso.

La compañía patrocinó por primera vez a un piloto en 1989, luego puso su logotipo en el equipo Sauber, pero después de que sólo alcanzó cinco podios en siete temporadas, Mateschitz decidió dejarlo y en el 2005 compró en una libra esterlina lo que quedaba del equipo Jaguar F1 de Ford y lo renombró Red Bull Racing.

Red Bull se concentró en ser el equipo que más llamara la atención y en el 2005 en San Marino puso un reluciente edificio de vidrio y acero de tres pisos con un techo hidráulico que se iluminaba por la noche para convertirse en un club con música a todo volumen.

Luego, el equipo de boxes de Red Bull se vistió de soldados de Star Wars y un grupo de mujeres jóvenes promocionaba a la marca en cada carrera.

Para derrocar finalmente al “establishment” de la F1, Mateschitz contrató como jefe del equipo a un expiloto de categorías inferiores, Christian Horner, y al diseñador de autos de carreras más influyente de su generación, Adrian Newey.

Su especialidad era detectar lagunas en el libro de las reglas y desarrolló un auto Red Bull con un alerón más bajo en la parte delantera, uno más alto y estrecho en la parte trasera y una cubierta del motor en forma de «aleta de tiburón».

En el 2010, la aerodinámica del RB6 era tan superior que tomaba curvas a toda velocidad.

Ahora, con Newey todavía como diseñador y Verstappen como piloto, Red Bull se ha vuelto prácticamente intocable. (AGENCIA REFORMA)