Ante las fake news, sé crítico y verifica

Foto: Agencia Reforma

Monterrey, NL.- Aún son difíciles de olvidar las imágenes del Papa Francisco caminando con un sofisticado abrigo de plumas de Balenciaga o las de Donald Trump, ex Presidente de Estados Unidos, sometido y arrestado por policías.

Esto fue apenas el año pasado, pero qué decir de las “revelaciones” sobre los conflictos Israel-Palestina o Rusia-Ucrania, o “investigaciones” que hablaban de que las vacunas causan autismo y que incluso la del Covid-19 inoculaban un chip que terminaría por controlar a la sociedad.

México no ha sido la excepción y, con frecuencia, circulan noticias falsas o verdades aderezadas con falsedad -incluso promovidas por las propias autoridades y partidos- sobre supuestas declaraciones de figuras públicas, lo que confunde a los ciudadanos.

Y, a decir de expertos, estas acciones aumentarán durante las campañas electorales que inician este viernes a nivel federal en México.

¿Cómo detectar si es cierto lo que te llega por redes sociales, WhatsApp o correo electrónico?

Los especialistas responden.

  1. ALERTA ANTE LO FALSO

En la actualidad la sociedad cruza un momento crítico: por un lado, la sobreexposición a la información, ya sea con mensajes de texto, grupos de amigos, o simplemente cuando se revisan redes, donde inunda un alud de mensajes, afirma Alejandro Martín del Campo, director de Humanidades Digitales del Tec de Monterrey.

“Lo anterior ha hecho que se incube una aversión informativa hacia ciertos temas. Las personas perciben una saturación que muchas veces les hace alejarse de la información, pues resulta cansado y optan por revisar otro tipo de contenidos. No es un fenómeno exclusivo de algún país: es una tendencia mundial”.

Por otro lado, dice, las plataformas se han convertido en el espacio en donde las personas se “informan”.

Sin embargo, estos sistemas alientan los sesgos cognitivos de los usuarios: cada vez que alguien se detiene en alguna información e interactúa con ella. El algoritmo detecta que eso captó la atención y, la siguiente ocasión que abra su teléfono, recibirá información parecida.

“En ese sentido, si se te presenta información que ya dabas por cierta, únicamente confirma tu visión del mundo”. Y entonces empieza la desinformación, un fenómeno global con un aliado importante: la falta de educación mediática de muchos usuarios, afirma Tofic Talamás Martínez, director de operaciones de la Maestría en Administración de Empresas de la U-ERRE.

“El rápido crecimiento de las plataformas digitales y el auge en las redes sociales ha democratizado el acceso a la creación y difusión de información, lo que también facilita la propagación de información no verificada o falsa”, señala.

“Ante esto, el ciudadano carece de un desarrollo de habilidades y de un pensamiento crítico que le permita evaluar la fiabilidad y veracidad de las fuentes de información”.

Lo importante es optar por medios acreditados para garantizar una información veraz.

  1. IA, AVANCE Y RETO

Del Campo señala que la inteligencia artificial (IA) viene “a ponerle ruedas a la desinformación”.

 

“Si bien no hay todavía la imagen o el video perfecto (con IA), si se necesita poner atención a ciertos detalles para detectarla, situación que, en nuestras agitadas vidas, es fácil pasar de largo.

“Por ejemplo, siempre hay que poner atención en las manos o bien a ciertos elementos que no corresponden con el contexto de la imagen o video. Generalmente hay algún detalle que la IA aún tiene dificultades para imitarlas de manera precisa”.

El académico dice que, aunque ya hay conversaciones en la industria para que las piezas generadas con IA presenten identificadores con marcas de agua, aún no existe una regulación que los obligue a ello.

Talamás Martínez coincide: el uso de IA es un factor que viene a presentar desafíos para discernir la información.

“Al ser más sencilla de crear también viene la distribución, por lo que los bots o sistemas automatizados simplifican esta labor, agilizando su propagación por canales y plataformas”.

De Campo subraya que hoy se está en los albores de la desinformación generada por IA y cada vez será más difícil distinguir una imagen o audio real.

  1. VERIFÍCALO TODO

Pese a la expansión en el uso de redes sociales, los usuarios desconocen aún el uso y existencia de herramientas y sitios web que ayudan a validar imágenes y textos operados desde sus equipos móviles.

De entrada, los medios para acreditar una información son los profesionales, los conducidos por periodistas.

Otros son el sitio verificado.com.mx, que se encarga de la validación de notas de internet o comentarios de figuras públicas y el Google Image Search, que permite búsquedas de imágenes similares o previamente utilizadas.

También el TinEye, que tiene la facultad de utilizar Reverse Image Search y evitar caer en imágenes fraudulentas.

Del Campo menciona la iniciativa de Humanidades Digitales del Tec de Monterrey, que desarrolla un observatorio de medios digitales para darle seguimiento a la desinformación en el contexto electoral 2024.

Para discernir entre una noticia verdadera y otra falsa, Talamás Martínez recomienda validar la fuente de información a través del url; cuestionar quién es el autor u organización que difunde el contenido; verificar la fecha de la información y, sobre todo, buscar las notas en fuentes de información verídicas y con buena reputación.

“La noticia va más allá de encabezados llamativos, que son los que muchas personas toman como nota, y se olvidan de leer el cuerpo del mensaje o nota. Es aquí en donde la congruencia empieza a jugar un rol importante”, comenta.

Del Campo menciona condicionamientos similares, pero resalta algo primordial: ¿el contenido informativo proviene de una empresa informativa u organización conocida o validada, o de una nueva y desconocida?

  1. GRAVES CONSECUENCIAS

El académico de la U-ERRE afirma que la desinformación ya está presente desde hace tiempo.

Comenzó, dice, con la distribución de datos y resultados fuera de la realidad en donde se busca disminuir los impactos negativos de, por ejemplo, obras públicas inconclusas, cifras de inseguridad o realidad ambiental.

“La realidad es que el uso del microtargeting va a eficientizar la propagación de las notas, por eso el rol de cada uno es importante para ser críticos y selectivos en lo que leemos y consumimos, al igual que la responsabilidad en la propagación de notas no validadas o verificadas».

Talamás Martínez dice que al no poder detectar lo falso de lo verdadero de una información, los usuarios están en riego de ser manipulados en sus decisiones políticas, moviendo sus acciones y criterios hacia otros intereses.

“Es desestabilizar los procesos electorales, polarizando sociedades”, expresa.

El director de Humanidades Digitales del Tec de Monterrey dice que las elecciones siempre son el caldo de cultivo perfecto para experimentar diferentes situaciones, y la desinformación no es ajena a ella.

“Los ciudadanos están expectantes y los candidatos están intentando todas las estrategias posibles para captar preferencias que se traduzcan en votos”.

“Las plataformas permiten la microsegmentación de población para probar y experimentar diferentes mensajes o conceptos a bajo costo”.

La radio y la televisión harán un bombardeo de spots que confundirá al ciudadano para recordar si determinado mensaje lo vio en redes sociales o en otro canal informativo, señala.

La desinformación, dice Del Campo, tiene consecuencias hilarantes, como ver y escuchar cantar a un personaje de la política, o fatales, como no vacunar a los niños.

“La labor periodística e informativa, inherentes a la democracia, cobran una relevancia particular en los momentos que atravesamos. Ahora más que nunca contar con información verificada para tomar decisiones en nuestro día a día es tan necesario como tener una dieta balanceada”.

“Por algo las suscripciones a diferentes servicios informativos han crecido en los últimos años a nivel mundial”.

DESINFORMACIÓN PEGA A VACUNAS

Las personas que no vacunan a sus hijos, además de tenerlos desprotegidos, provocan que los demás estén expuestos a un brote infeccioso, afirman los especialistas.

Durante años han persistido los movimientos antivacunas, pero a partir de las epidemias de influenza H1N1 y Covid-19, estas expresiones que carecen de sustento científico han subido de tono.

Han dicho que: “las vacunas contienen sustancias peligrosas como aluminio y mercurio”, “sobrecargan el sistema inmune del niño”, “la protección natural es mejor que la inducida por la vacuna” y “las vacunas son responsables del número creciente de alergias, asma y enfermedades autoinmunes”.

La mitad de las muertes durante la pandemia de Covid-19 habría sido evitada de no haber existido la desinformación, considera Michel Martínez, jefe de la Unidad de Vigilancia Epidemiológica en TecSalud.

“La desinformación y la circulación de noticias fake hicieron mucho daño, desde la aplicación de tratamientos poco ortodoxos como el dióxido de cloro o, en la Ciudad de México, la aplicación de la Ivermectina sin consentimiento de los pacientes”.

Aquí, desde luego, el tema de no vacunarse por numerosos motivos, todos irracionales, fue primordial. “Hoy existe un desinterés, una apatía de no vacunarse”, lamentó.

COMPRUEBA

Estos pasos te ayudarán a comprobar que la info que lees es veraz.

– Revisa la fuente. Checa si ya habías escuchado de ella.

– Los datos se respaldan en otros textos, enlaces o referencias.

– Revisa que la información muestre una posición neutral.

– El autor debe identificarse claramente.

– La información tiene una fecha de publicación.

(AGENCIA REFORMA)