LA CARTA MAGNA

Quisiera iniciar estas líneas resaltando la importancia de tener una Constitución, sobre todo en un país que ha luchado por ser democrático como es el nuestro. Como es la costumbre del presidente de este país agraviar, ahora dirigió su ofensa directo a la Carta Magna que constituye uno de los aspectos más significativos del constitucionalismo. Debemos saber que la palabra Constitución significa constituir, es decir, formar, crear, componer, ser, establecer, erigir, fundar. La Constitución es lo que forma o establece un Estado. La Constitución contiene los principios y objetivos de una nación; se mencionan los órganos de autoridad, sus facultades y limitaciones; los derechos y obligaciones; contiene principios básicos tanto de derecho público como de derecho privado.

Revisando la historia de nuestra Constitución en el país se han llevado a cabo varias constituciones: Constitución Política de la Monarquía Española (1812). Decreto para la Libertad de la América Mexicana (1814). Reglamento Provisional Político del Imperio Mexicano (1822). Acta Constitutiva de la Federación (1824). Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos (1824). Leyes Constitucionales (1836). Bases de la Organización Política de la República Mexicana (1857). Constitución Política de la República Mexicana 1857 y finalmente Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (1917). Las dos últimas reflejan ya los primeros pasos firmes para constituirse el país como una Nación protegida con derechos y obligaciones, señalando el mayor triunfo que es una República representativa, democrática y federal y que existen tres poderes de la Federación: Legislativo, Ejecutivo y Judicial.

La Constitución de 1957, es importante porque se legitima con la Revolución mexicana de 1910. El propósito fue dar calidad de vida a los mexicanos, por ello, Venustiano Carranza convoca en la ciudad de Querétaro en el teatro de la República, a establecer un Congreso Constituyente con totales facultades para restaurar el Estado mexicano para un cambio y transformación social, logrando así la Constitución actual. Lo sobresaliente es que se establece un sistema federal, la división de los poderes, la no reelección. Es única porque es la primera Constitución que incluye los Derechos Sociales, debido a esto se le otorga el reconocimiento de la primera Constitución Social del siglo XX. La actual Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se integra por 136 artículos divididos en nueve títulos y en dos partes la dogmática y la orgánica. Se reconocen los derechos sociales como: educación, salud, trabajo, alimentación nutritiva y calidad de vida, vivienda digna y decorosa y medio ambiente sano.

El presidente olvida muy pronto la protesta que hizo al tomar posesión: “protesto guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen, y desempeñar leal y patrióticamente el cargo de presidente de la República que el pueblo me ha conferido, mirando por el bien y prosperidad de la Unión; y si así no lo hiciere que la Nación me lo demande”. Al inició de su mandato proclamo a los cuatro vientos que se comprometía a respetar la Constitución aseguraba que: “La Constitución no es letra muerta, por primera vez se establece que estos derechos son de aplicación obligatoria para el gobierno de la República, debemos seguir luchando por los ideales de la Revolución, no dejar de insistir en abrir en la vía legal y política, hacer las reformas necesarias para quitar las impuestas que se hicieran en el período neoliberal, tenemos que continuar generando cambios en el marco legal en beneficio del pueblo”.  En este discurso esta implícita la gran mentira el beneficio del pueblo, en esto se escuda para justificar sus atroces pretensiones hacer una nueva Constitución y llevar al país directo a un autoritarismo disfrazado de socialismo.

El pasado 5 de febrero, por segunda vez el presidente no asiste al aniversario de la Constitución al Teatro de la República en Querétaro, sin embargo, por la noche presenta una serie de reformas a la Constitución engañosas, donde el objetivo es preparar el camino para su nueva Constitución. Su propósito, es acabar con el capitalismo, el presidencialismo y el sistema electoral corruptor, anunciando los siguientes cambios (por mencionar algunos): “transformar gradualmente todas las empresas capitalistas en cooperativas” desaparece el capital privado y pasa a manos del gobierno; en cuanto a la vivienda “expropiación a todos los arrendadores y la indemnización se llevará a cabo  en un plazo hasta de 20 años” es decir no habrá propiedad privada, “no represión a las adicciones” se autoriza el narcotráfico y lo más grave van a excluir a las “la toma de las plazas para desconocer a las falsas autoridades” acabar con la división de poderes y desconocer a los organismos internacionales entre otras acciones, y ya no sigo porque me da escalofrío en todo el cuerpo. Lo triste y penoso es que si continúa este gobierno que se ha caracterizado por una gran ignorancia y falta de ética, ¿imaginé el futuro?

 

Autor

Susana Cepeda Islas
Susana Cepeda Islas
Cursó la Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública en la UNAM. Obtuvo el Grado de Maestra en Psicología Social de Grupos e Instituciones por la UAM-Xochimilco y el Doctorado en Planeación y Liderazgo Educativo en la Universidad Autónoma del Noreste. Cuenta con la Especialidad en Formación de Educadores de Adultos por la UPN; y con los siguientes diplomados: en Calidad Total en el Servicio Público, Análisis Politológico, y en Administración Municipal en la UNAM, entre otros.
Ha desempeñado diferentes cargos públicos a nivel Federal, Estatal y Municipal e impartido cursos de capacitación para funcionarios públicos, maestros, ejidatarios en el área de Administración Pública y Educación. Catedrática en la UNAM, UA de C, UVM, La Salle y en la UAAAN. Asesora y sinodal en exámenes profesionales en el nivel licenciatura, maestría y doctorado. Ha publicado varios artículos en el área de administración pública y educación en diferentes revistas especializadas, ha asistido a diferentes Congresos a nivel nacional e internacional como ponente en el área de Administración Pública y Educación, coautora en dos libros. Autora del libro Islas de Tierra firme.
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Cursó la Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública en la UNAM. Obtuvo el Grado de Maestra en Psicología Social de Grupos e Instituciones por la UAM-Xochimilco y el Doctorado en Planeación y Liderazgo Educativo en la Universidad Autónoma del Noreste. Cuenta con la Especialidad en Formación de Educadores de Adultos por la UPN; y con los siguientes diplomados: en Calidad Total en el Servicio Público, Análisis Politológico, y en Administración Municipal en la UNAM, entre otros. Ha desempeñado diferentes cargos públicos a nivel Federal, Estatal y Municipal e impartido cursos de capacitación para funcionarios públicos, maestros, ejidatarios en el área de Administración Pública y Educación. Catedrática en la UNAM, UA de C, UVM, La Salle y en la UAAAN. Asesora y sinodal en exámenes profesionales en el nivel licenciatura, maestría y doctorado. Ha publicado varios artículos en el área de administración pública y educación en diferentes revistas especializadas, ha asistido a diferentes Congresos a nivel nacional e internacional como ponente en el área de Administración Pública y Educación, coautora en dos libros. Autora del libro Islas de Tierra firme.