Niñas y adolescentes deben romper el “techo de cristal” para ser científicas

 

Se requiere trabajar en un trinomio que incluye a los profesores y padres de familia para incentivar en ellas la vocación, asevera Pilar Carreón Castro

Ciudad de México.- La ciencia carece de género y no hay razón alguna para dejar fuera a las mujeres. En ese campo, en tecnología, ingeniería y matemáticas no hay actividades que sean propias de hombres o de ellas, sino problemas que pueden ser resueltos por los seres humanos, afirma la directora del Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) de la UNAM, María del Pilar Carreón Castro.

Por ello, cada vez que se impide a una niña o joven dedicarse a estos ámbitos, se pierden manos y cerebros que podrían trabajar de manera coordinada con los varones, se desaprovechan talentos y aportaciones al desarrollo y al avance del conocimiento, añade.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, a pesar de que los campos STEM (siglas en inglés de Science, Technology, Engineering and Mathematics) se consideran fundamentales para las economías nacionales, hasta ahora la mayoría de los países, independientemente de su nivel de desarrollo, no han logrado la igualdad de género.

Con motivo del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, a celebrarse el 11 de febrero, el organismo señala que en el mundo hay 33.3 por ciento de investigadoras y solo 35 por ciento de los estudiantes de carreras relacionadas con esas áreas, son mujeres.

Según la Organización de las Naciones Unidas suelen recibir becas de investigación más modestas que sus colegas masculinos y representan únicamente 12 por ciento de los miembros de las academias científicas nacionales. En ámbitos de vanguardia como la inteligencia artificial, solo uno de cada cinco profesionales (22 por ciento) es mujer.

Hasta ahora, 24 han sido galardonadas con un premio Nobel en una disciplina científica: física, química o fisiología y medicina. La brecha todavía es bastante amplia, reconoce la universitaria. “Definitivamente hemos ganado terreno: la presencia femenina en la ciencia es cada vez mayor; sin embargo, persisten ciertos estereotipos y prejuicios que, como sociedad, debemos eliminar”.

Cuesta arriba

En entrevista explica que para incrementar su presencia en STEM hay que comenzar por el concepto que tienen las niñas y las adolescentes de sí mismas. “La persona a la que debemos convencer primero es a la que está frente al espejo. Tienes que verte y decirte que eres capaz, que tú puedes, si quieres, dedicarte a cualquier disciplina científica”.

Hay que luchar contra el “no puedo”, “tengo miedo” o “no creo llegar”, dar los pasos para alcanzar tus sueños y en el camino “apoyarnos unas a otras, darnos la mano y avanzar de manera articulada”, menciona Carreón Castro, quien reafirmó su vocación por la química gracias a su profesora de secundaria.

“Cuando realmente sabes a dónde quieres llegar, el camino se va dando”, y eso es lo que tratamos de platicar con las menores. Al respecto, recuerda que en el ICN se realizan actividades dirigidas a las pequeñas, como la conmemoración de la efeméride. “Es necesario, desde las edades más tempranas, cuatro o cinco años, hacerles notar que dedicarse a la ciencia puede ser una realidad”.

Pero eso no es suficiente. Se requiere trabajar en un trinomio que incluye a los profesores y padres de familia, porque con frecuencia son quienes piensan que sus hijas no pueden dedicarse a esa actividad ni tener un papel relevante; “es algo que nos preocupa mucho”.

Carreón Castro relata que a algunas de sus pláticas han asistido madres quienes piensan que su hija no puede estudiar ingeniería, pero su hijo sí. “Platico con ellas para explicarles que nosotras podemos estudiar lo que queramos, que somos capaces. A veces me interesa más acercarme con los papás y mamás para decirles que ellos son un soporte muy importante, que podemos hacer mucho en las aulas, pero si el apoyo no está también en casa, no podemos avanzar”.

Desafortunadamente, aclara la doctora, aún hay prejuicios, esos estereotipos hay que derribarlos y “romper” de una vez por todas el llamado “techo de cristal”, que impide a más mujeres alcanzar posiciones de alta dirección. Esa situación debe enfrentarse con constante preparación y demostrar, con hechos, nuestras capacidades.

Pilar Carreón menciona: aunque en la UNAM un investigador o investigadora pueden alcanzar cierta categoría y nivel sin importar su género, observamos con frecuencia que pocas acuden para concursar por una plaza académica.

En el ICN, por ejemplo, del total de personas dedicadas a la investigación, solamente 12 por ciento son mujeres y “si vemos el porcentaje en la categoría más alta, Titular C, somos pocas; entonces, tenemos que incidir en edades tempranas y trabajar de manera coordinada con las familias para que las futuras científicas cuenten con el apoyo y se formen.

Además, en algunos profesores existen prejuicios como pensar que no se debe dar oportunidad a una alumna para estudiar el doctorado porque se casará, luego se embarazará y dejará botada la tesis, cuando formar una familia es posible con planeación, organización y corresponsabilidad de la pareja, opina.

Por la igualdad

En ocasión del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, Ciencias Nucleares llevó a cabo una serie de actividades previas -por quinto año consecutivo- que incluyeron charlas con científicas quienes compartieron su quehacer en la investigación, además de talleres, conferencias y visitas a laboratorios, actividad dirigida, principalmente, a niñas y jóvenes de bachillerato.

“Preguntarle a una académica cómo comenzó su trayectoria, pedirle algún consejo o ponerse una bata y hacer un experimento en un laboratorio, se queda grabado en su memoria”, enfatiza la titular del ICN.

El impacto en el impulso de vocaciones científicas que puede tener un encuentro de ese tipo, así como otros que también realiza el Instituto con motivo del Día del Niño o el Día de Puertas Abiertas, y un Programa de Estancias en verano, es esencial. Hay casos de asistentes que ahora estudian alguna carrera científica, subraya Carreón Castro.

En la celebración del ICN también se llevó a cabo la premiación del concurso Cuéntanos sobre tu científica favorita 2023, donde los menores, mediante un video, historieta, infografía o cualquier otro medio, expusieron acerca de las mujeres de ciencia que son sus referentes. “Generalmente no son las más conocidas, como Marie Curie, sino otras que tuvieron un papel relevante, pero no han sido visibilizadas”.

Cabe destacar que el 22 de diciembre de 2015 la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas decidió establecer un Día Internacional anual para reconocer el rol crítico que juegan las mujeres y las niñas en la ciencia y la tecnología. (UNAM)

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El Heraldo de Saltillo
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