La vida cotidiana de Estados Unidos de Norteamérica, como la mayoría de países, está profundamente entrelazada con la magia de la tecnología. Teléfonos, computadoras, automóviles y más, todos dependen de unos pequeños instrumentos llamados microchips. La crisis sanitaria del coronavirus pausó el ciclo de producción de estas “galletitas” alrededor del mundo, dejando a las industrias automotrices, telefónicas y computacionales en una encrucijada. Estados Unidos se encontró dependiendo de reservas, pues la cadena de manufacturas se había detenido. La dependencia de productores lejanos como Tailandia y China se reveló como una debilidad. En respuesta a esta crisis, Estados Unidos ideo un plan para no depender tanto de otros países. Así, en agosto de 2022, nació en aquel país, la Ley de Ciencias y Chips, un conjunto de normas que busca fortalecer la capacidad del país para producir sus propios microchips. Esta es una de las primeras leyes sobre nearshoring en aquel país.
México ya ha empezado a preocuparse por este tema. En octubre y noviembre del año pasado, la Cámara de Diputados tuvo dos eventos académicos que trataron el tema de la necesidad de legislar el nearshoring en México. El primero de ellos fue la presentación del libro del economista Luis Núñez Noriega “Nearshoring: Relocalización de empresas y el potencial económico de México”; el segundo fue la mesa de análisis “Nearshoring: oportunidades en la legislación para potenciar la competitividad de México”, convocada por el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP).
El nearshoring es un término que se utiliza para describir la práctica de trasladar actividades comerciales o de producción al propio país o a un país cercano en lugar de uno ubicado más lejos geográficamente. En el ámbito empresarial, el nearshoring implica la externalización de servicios o la fabricación de productos a países que están geográficamente cercanos al país de origen de la empresa. A menudo, el nearshoring se utiliza como una alternativa al offshoring, donde las empresas trasladan sus operaciones a otros países que les pueden significar situaciones ventajosas como por ejemplo costos laborales más bajos, pero que pueden estar geográficamente distantes. Al optar por el nearshoring, las empresas buscan beneficiarse de la proximidad geográfica, lo que puede facilitar la coordinación, la comunicación y la gestión de la cadena de suministro.
Forbes México destaca un punto crucial: el nearshoring tiene el potencial de impulsar significativamente el crecimiento económico de México. Según la información proporcionada, la economía podría experimentar un aumento del 3.7% anual, en comparación con el modesto crecimiento del 2.6% observado en las últimas dos décadas. Esta diferencia sugiere que el nearshoring podría ser una estrategia clave para acelerar el desarrollo y consolidación económica del país.
En particular, por ejemplo, el aprovechamiento de recursos mineros emerge como una de las áreas más prometedoras. México se posiciona como líder gracias a sus abundantes reservas de cobre y litio. Estos minerales son componentes esenciales en la fabricación de productos electrónicos, baterías para vehículos eléctricos y tecnologías emergentes, lo que hace que México tenga una ventaja estratégica en la cadena de suministro global. Pero la minería no es la única área.
Para consolidar y aprovechar al máximo estas oportunidades, es esencial que México comience a legislar en materia de nearshoring. La creación de políticas específicas puede proporcionar un marco legal sólido que fomente la inversión extranjera, impulse la innovación y garantice condiciones favorables para las empresas interesadas en establecer operaciones cerca de México. Además, abre la puerta para impulsar tecnologías de vanguardia, y promover centros de alta tecnología regionales
En suma, legislar sobre el nearshoring no solo facilitará la atracción de inversiones, sino que también permitirá establecer prácticas comerciales equitativas, salvaguardar derechos laborales y promover el desarrollo sostenible. Además, al contar con regulaciones claras y beneficios específicos para las empresas, se estimulará un ambiente propicio para la creación de empleo, el desarrollo tecnológico y el crecimiento económico sostenible. Ojalá pronto se legisle en este tema.
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