Sostienen recuerdos melancólicos al emblemático cohete de la Iglesia de Lourdes en Saltillo

(Foto: conocesaltillo.blogspot.com)

El cohete que durante seis décadas fue la atracción de la Iglesia de Lourdes en Saltillo y el recuerdo y nostalgia de la infancia de muchos más, ahora corre el riesgo de ser removida de su lugar debido a las obras y trabajos que se realizan el terreno que fuera por muchos años un parque de juegos infantiles de este templo.

Los administradores del recinto religioso han solicitado que el artefacto permanezca en su lugar, sin embargo, su estado carcomido y en deplorables condiciones, lo convierten en un riesgo.

El famoso icono de la infancia saltillense, “el cohete espacial a la luna” de la Iglesia de Lourdes, está ubicado en los patios de esta capilla sobre el periférico Luis Echeverría Álvarez antes del cruce con Antonio Cárdenas.

Fue durante los últimos días que una cuadrilla de constructores iniciaron labores para retirar escombro, maleza y emparejar el terreno ya que el espacio será utilizado para construir dar el nuevo estacionamiento de concreto que dará servicio a esta iglesia.

Bulldozer, retroexcavadoras, además de picos y palas han trabajado a apenas metros de este jueguito, los golpes han provocado que se debilite aún más su estructura metálica.

Pese a las muchas manos de pintura que lo cubren, se puede apreciar que este cohete está dañado por el óxido, las escalinatas por las que subían los niños que ahora son abuelos y que servían de mirador para hacer soñar a los pequeños que con imaginación volaban al espacio, simplemente ya no existen.

De acuerdo a trabajadores del sitio, la instalación de este cohete se queda “si aguanta, tenemos la indicación de no removerlo porque se desintegra”, señalaron.

Como parte de la historia que es compartida por cientos de saltillenses que añoran este cohete, se conoció que el cohete, los juegos infantiles que ahí había y la gruta fue construida por el sacerdote Santiago Vanbrakel en los años 60´s.

“El cohete fue elaborado por el maestro Emilio Bravo y algunos alumnos en los talleres que había en el Colegio México, por encargo del padre Santiago”, señalaron en sus memorias.

Muchos saltillenses de generaciones pasadas coincidieron en calificar como un centro de recreación este parque que generaba largas filas de niños que “morían” por subir al cohete espacial. (DAVID GONZÁLEZ/INFONOR)