A través de una sofisticada red de call center donde los delincuentes se hacen pasar por empleados de bancos, tiendas y despachos de cobranza, operan para conseguir datos personales como números de cuenta y despojar de dinero a sus víctimas.
Ciudadanos han reportado recibir llamadas en las que de fondo se escucha como si fuera un verdadero call center, donde los estafadores “piratean” varios protocolos que actualmente se siguen en estos centros de llamadas que utilizan las grandes empresas de servicios. En muchos casos incluso aparece clonado algún número de bancos de renombre y así se presentan los sujetos al otro lado de la línea, donde por lo general llaman en auxilio de “su cliente” a quien le han hecho un cobro no reconocido.
Tras meter miedo de este desfalco, en su tarjeta de crédito, compra indebida o préstamo no solicitado, el primero contacto que tiene nombre y número de tarjeta de la víctima lo consuela y lo pasa con su supuesto jefe de aclaraciones.
De entrar desconfianza o dudas, se pasa a un tercer filtro con un aparente gerente de cobranza y aclaraciones donde atienden por igual hombres y mujeres que hablan con un guion elaborado muy semejante al de los auténticos empleados bancarios. Finalmente, los timadores acceden a los números confidenciales, números secretos o información que les sirva y terminan la llamada para luego apoderarse del dinero de cuentas o con tarjetas clonadas usarlas para comprar a nombre del estafado. (DAVID GONZÁLEZ/INFONOR)
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