Hace algunos años, creo que en 1996 en los pasillos de la ENEP Acatlán de la UNAM en la Ciudad de México, nos encontrábamos en una agradable plática algunos compañeros docentes, uno de ellos comentó que acaba de leer un libro muy interesante sobre la sociedad mexicana, de un autor que se decía nombrar Polibio de Arcadia, él se dio a la tarea de investigar quién era el verdadero autor y resultó ser una antropóloga extranjera de la ciudad de Siria, que tenía algunos años radicando en la ciudad. Nos animó a leer el libro y que después, le diéramos los comentarios, y como sucede cuando vemos una buena película, no nos quiso adelantar nada del contenido del texto.
La autora era Ikram Antaki, quién nace un 9 de julio de 1945 en Damasco, Siria y fallece un 31 de octubre del 2000 en la ciudad de México, creció en una familia amantes de los libros, se desempeñó en nuestro país como antropóloga carrera que estudió en Paris, filosofa, escritora, comentarista, conferencista. Ikram llega a la ciudad de México en 1976, su carrera como escritora fue fructífera publica 29 libros en los idiomas árabe, francés y español, participó como comentarista en importantes programas televisivos y de radio. Obtuvo en 1989 el premio «Magda Donato» por La cultura de los árabes y en 1990 el premio de «Libro de Arte» por La tercera cultura.
El texto que fue escrito hace 30 años, pero al volver a repasar sus páginas, da la impresión de que el país sigue estacionado en el tiempo, es tan vigente como en aquel entonces, porque refleja la realidad que vivimos actualmente los mexicanos. Es una radiografía de la cultura de la sociedad mexicana desde la mirada de una extranjera que ha visto la muerte de seres queridos, que viene de un país derrotado y llega a un país con las mismas características, a pesar de sus riquezas naturales y de no vivir en la guerra. Es un país, que es producto de su cultura, consecuencia de las prácticas negativas que se han heredado generación tras generación, donde “La mentira es verdad y la verdad mentira. La muerte es vida; la agresión es amistad; lo recto es torcido; la reciedumbre es cobardía y la cobardía hombría”.
Como puede imaginarse querido lector es un libro que horroriza, que es devastador, cruel, su contenido refleja con gran claridad que nuestras acciones, no se realizan con la razón, lo que nos impide crecer, desarrollarnos, progresar. Señala que desde su llegada al país “He escuchado los lamentos de quinientos años de quejas contra los españoles y su conquista” todo lo malo que sucede en el país se justifica con la queja, no actuamos sólo nos lamentamos y ahí estamos estacionados, echándole la culpa a los demás sin asumir nuestra responsabilidad.
Habla de la mentira como “los dichos remplazan los hechos”. Como la justicia se ampara en el embaucador, o sea: “El chantajista se ha vuelto el amo de la historia y amo del juego; sus reglas nacen de la revaloración de las leyes del intercambio entre México y el mundo, entre el pasado y el presente, entre la ruptura y la negociación”. Los mexicanos actuamos así porque el problema es la educación debido a que carece de precisión y de síntesis: “En México, asistimos al estallido de una cultura que prohíbe la síntesis”, recordemos que la síntesis es la composición de un todo por la reunión de sus partes, somos un pueblo que no nos han enseñado el valor de la lectura. Asegura Ikram que “la responsabilidad del error, del daño, no es de nadie; todo es accidente, aun la destrucción, aun el crimen”, no le recuerda algo esta aseveración o esta otra “Las tesis fundadas en la extravagancia pueden hacer que lo imposible o lo absurdo sean lógicos, dando nacimiento a los errores, las injusticias, las infidelidades, y sus actores: el mentiroso, el injusto y el infiel. La falta de justicia es producto de la falta de verdad”.
El libro de Antaki desnuda a los mexicanos, dejando al descubierto todos nuestros errores, carencias en la forma de pensar, de actuar, de relacionarnos con nuestros semejantes, y más, debido a ello, estamos inmersos en la corrupción, la falta de critica que provoca inevitablemente que no nos desarrollemos, que la economía no funcione, una política nefasta, dañina, que perjudica considerablemente a todos los mexicanos, y estamos en el lugar que decidimos estar. Lo invito querido lector a hacer una seria reflexión ¿esto es lo que merecemos? Y no sólo nosotros sino las futuras generaciones, por ello, utilicemos la razón, hagamos un análisis de la situación que vivimos y el futuro que queremos, aun es tiempo, mañana lo lamentaremos.
Autor
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Cursó la Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública en la UNAM. Obtuvo el Grado de Maestra en Psicología Social de Grupos e Instituciones por la UAM-Xochimilco y el Doctorado en Planeación y Liderazgo Educativo en la Universidad Autónoma del Noreste. Cuenta con la Especialidad en Formación de Educadores de Adultos por la UPN; y con los siguientes diplomados: en Calidad Total en el Servicio Público, Análisis Politológico, y en Administración Municipal en la UNAM, entre otros.
Ha desempeñado diferentes cargos públicos a nivel Federal, Estatal y Municipal e impartido cursos de capacitación para funcionarios públicos, maestros, ejidatarios en el área de Administración Pública y Educación. Catedrática en la UNAM, UA de C, UVM, La Salle y en la UAAAN. Asesora y sinodal en exámenes profesionales en el nivel licenciatura, maestría y doctorado. Ha publicado varios artículos en el área de administración pública y educación en diferentes revistas especializadas, ha asistido a diferentes Congresos a nivel nacional e internacional como ponente en el área de Administración Pública y Educación, coautora en dos libros. Autora del libro Islas de Tierra firme.
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