CÁPSULAS SARAPERAS

 

De cárcel en cárcel

En esta ocasión te platico la historia de un enamorado y de un vigilante que teníamos en nuestra hermosa ciudad de Saltillo, cuando aún no era ciudad y era en realidad dos poblados, el Pueblo de San Esteban de la Nueva Tlaxcala y la Villa de Santiago de Saltillo.

Corrían los primeros años de Siglo XVI, cuando en la villa trabajaba un capitán llamado Julio de la Peña, quien era el responsable de que las buenas costumbres se mantuvieran en lo que a un poco menos de un siglo y cuarto sería nuestra hermosa ciudad de Saltillo. Y vaya que. tenía bastante trabajo el capitán Julio.

En el mes de agosto, día 11 para ser precisos, del ya lejano año de 1704, en donde hoy tenemos nuestra Plaza de Armas, que en aquel momento era conocida como la Plaza Principal, fue el lugar de un encuentro amoroso que casi casi se convierte en chisme, y déjeme decirle estimada y estimado Saltillense que no era para menos, pues un señor llamado Rodrigo de Cepeda fue sorprendido “en mal estado con una mujer”, vaya usted a imaginar la situación, sin embargo el chisme, perdón, la historia se puso mejor cuando don Rodrigo esa misma noche entró a casa de la mujer, de quien por cierto se escondieron muy bien sus generales, para no causarle una mala fama.

Por lo que investigué, la sanción para Rodrigo fue, y cito textual: “No vuelva a llegar a dicha casa, en sus pies o en los ajenos”, es decir que no regresara en ningún momento a casa de la susodicha ni caminando ni cargado, y en caso de no hacer caso al mandato de la autoridad ,sería multado con dos marcos de plata y seis días en la cárcel.

A la noche siguiente, la del 12 de agosto del 1704, don Rodrigo de Cepeda paseaba de manera muy tranquila por la misma plaza, sí la Plaza Principal, esa que hoy conocemos como la Plaza de Armas, los guardianes del orden, lo gendarmes, sin más lo detuvieron y se los llevaron a prisión.

La historia no termina aquí, pues por lo que pude averiguar, el coscolino de Rodrigo, siete meses después, el 13 de marzo de 1705, volvió a pisar la cárcel, en esta ocasión fue sorprendido con las manos en la masa, más bien con las manos en la hija de Juan de Zertucha.

En su nueva visita a la penitenciaria, le envió una carta al alcalde ordinario de la Villa solicitando la oportunidad de salir de la cárcel para rehacer su vida, pues aseguraba que tanto la hija de Juan Zertucha como él, estaban dispuestos a contraer matrimonio. Incluso en la carta Rodrigo presentó como fiador a Martín Peña y escribió que su amada “no tenía pena a comprobar ni culpa”.

Vaya paradoja en la cual se metió don Rodrigo de Cepeda, quien después de llegar a la cárcel en distintas ocasiones por andar de enamorado, terminó tan enamorado que le solicitó al alcalde ordinario de la Villa de Santiago del Saltillo salir de la cárcel para entrar a otra cárcel.

Autor

Francisco Tobías
Francisco Tobías
Es Saltillense*, papá de tres princesas mágicas, Rebeca, Malake y Mariajose. Egresado de nuestra máxima casa de estudios, la Universidad Autónoma de Coahuila, en donde es catedrático, es Master en Gestión de la Comunicación Política y Electoral por la Universidad Autónoma de Barcelona, el Claustro Doctoral Iberoamericano le otorgó el Doctorado Honoris Causa. Es también maestro en Administración con Especialidad en Finanzas por el Tec Milenio y actualmente cursa el Master en FinTech en la OBS y la Universidad de Barcelona.
Desde el 2012, a difundido la historia, acontecimientos, anécdotas, lugares y personajes de la hermosa ciudad de Saltillo, por medio de las Cápsulas Saraperas.
*El autor afirma que Saltillense es el único gentilicio que debe de escribirse con mayúscula.
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Es Saltillense*, papá de tres princesas mágicas, Rebeca, Malake y Mariajose. Egresado de nuestra máxima casa de estudios, la Universidad Autónoma de Coahuila, en donde es catedrático, es Master en Gestión de la Comunicación Política y Electoral por la Universidad Autónoma de Barcelona, el Claustro Doctoral Iberoamericano le otorgó el Doctorado Honoris Causa. Es también maestro en Administración con Especialidad en Finanzas por el Tec Milenio y actualmente cursa el Master en FinTech en la OBS y la Universidad de Barcelona. Desde el 2012, a difundido la historia, acontecimientos, anécdotas, lugares y personajes de la hermosa ciudad de Saltillo, por medio de las Cápsulas Saraperas. *El autor afirma que Saltillense es el único gentilicio que debe de escribirse con mayúscula.