‘No hay un lugar seguro en Gaza’: Médicos Sin Fronteras  

 (Photo by Yasser Qudih/Xinhua)

Gaza, Franja de Gaza.- La situación actual en la Franja de Gaza es verdaderamente terrorífica, describió José Luis Michelena, Director Ejecutivo de Médicos Sin Fronteras para México y Centroamérica.

La organización humanitaria cuenta con 300 personas en los territorios palestinos de Gaza y Cisjordania, los cuales se encuentran a salvo.

Sin embargo, acotó Michelena, su capacidad de labor se ha visto reducida no sólo por las dificultades de movilidad que presentan, sino porque varias clínicas y hospitales han sido afectados por bombardeos.

“Nuestros equipos están asustados, las bombas caen muy cerca de las instalaciones y de las casas en donde viven, y es una situación de muchísima tensión y que dificulta mucho el trabajo”, declaró en entrevista.

El material médico, agregó, se está agotando.

“En los últimos tres cuatro días se ha gastado el equivalente a los suministros de tres semanas”, precisó.

Israel ha lanzado una serie de bombardeos contra la Franja de Gaza, en respuesta a los ataques de la organización Hamas, cuyos militantes irrumpieron el sábado pasado en territorio israelí y asesinaron y secuestraron a cientos de civiles.

“Estamos intentando acercarnos a ambas partes para proveer servicios de salud en ambos lados del conflicto”, dijo Michelena.

“Dentro de la organización hemos dicho que es una de las situaciones de conflicto más cruentas que hemos vivido”.

¿Qué está pasando en la Franja de Gaza?

La situación es francamente terrorífica. Es una escalada de violencia que pocas veces hemos visto. Nuestros equipos están trabajando 24/7 atendiendo la enorme cantidad de heridos que están llegando a las distintas instalaciones médicas.

Estamos muy limitados por la capacidad de respuesta y de suministros que podemos aportar. Estamos utilizando el stock que teníamos en el lugar, pero se está consumiendo rápidamente. Tenemos muchos problemas de movilidad tanto del personal como de los pacientes.

Las personas están en una situación en la que tienen miedo de refugiarse porque no hay un lugar seguro dentro de Gaza. Hay aproximadamente 200 mil personas desplazadas, que se mueven a un lugar pero no saben si ese lugar va a ser bombardeado próximamente. Las alertas que envía el Ejército de Israel llegan tarde y a veces a mitad de la noche; les dan muy poco tiempo de evacuar los espacios.

Estamos muy preocupados por el bloqueo de suministros que ya está teniendo un grave efecto en la disponibilidad de combustible, de alimentos y de agua, y que podría poner en riesgo la operatividad de los hospitales.

Es una situación francamente desesperada.

¿Cuánto personal tienen en la zona?

Aproximadamente 300 personas, entre Gaza y Cisjordania. También en Cisjordania estamos haciendo donaciones a los hospitales, aunque la zona, en este momento, todavía no presenta los niveles de bombardeos que se están presentando en Gaza. Ya se están haciendo donaciones en apoyo a los hospitales para prevenir posibles necesidades.

¿El personal de MSF está a salvo?

En este momento está a salvo, aunque están muy restringidos. Hemos tenido incluso que alargar las guardias médicas que generalmente son de 24-48 horas a una semana para que las personas, como tienen mucho problema para desplazarse, se queden en el hospital.

Por el momento están seguros, pero ya han habido bastantes bombardeos que han afectado instalaciones médicas y también ambulancias. Hay varias personas muertas que transportaban heridos en ambulancia y que han fallecido porque han sido alcanzadas las ambulancias, y ese es uno de los llamados que estamos haciendo, que los bombardeos no sean indiscriminados y que respeten las instalaciones médicas y las clínicas de la zona.

¿Cuál era la situación de la Franja de Gaza anterior a esta ofensiva? ¿Qué tanto depende de la ayuda humanitaria?

Gaza lleva aproximadamente 16 años bajo un bloqueo, lo cual ha limitado mucho la disponibilidad de servicios. La economía está muy limitada, entonces los niveles de pobreza son importantes.

Actualmente, las clínicas y hospitales que han sido afectados, varios han tenido que cerrar. La situación ya era desesperada antes, y con este nivel de bombardeos y de ataques a las estructuras sanitarias pues la situación es mucho peor.

¿Tienen alguna cifra de mujeres y niños víctimas?

Lo que sabemos es que nuestros hospitales están llenos. El 100 por ciento de los pacientes que hemos recibido en las últimas 12 horas eran niños de entre 14 y 16 años.

Sí es una situación que está afectando a mujeres y niños en la zona.

MSF ha ofrecido su asistencia a los servicios sanitarios de Israel para apoyar en la respuesta a los heridos del lado israelí, sin embargo Israel tiene una capacidad hospitalaria y de respuesta mucho mayor, y por el momento no han requerido de nuestro apoyo. Pero en ese sentido, estamos intentando acercarnos a ambas partes para proveer servicios de salud en ambos lados del conflicto.

¿En qué se diferencia este conflicto con otras experiencias que ha tenido MSF?

Nuestros equipos están asustados, las bombas caen muy cerca de las instalaciones y de las casas en donde viven, y es una situación de muchísima tensión y que dificulta mucho el trabajo.

Tenemos también instalados servicios de atención psicológica para nuestro personal, porque obviamente trabajar bajo esas circunstancias produce un estrés gigantesco y que tenemos que vigilar.

Dentro de la organización hemos dicho que es una de las situaciones de conflicto más cruentas que hemos vivido. MSF ha estado en la mayoría de los conflictos de los últimos años, y la situación en este momento es verdaderamente horrorífica.

¿Cómo puede llegar la ayuda internacional a una zona en guerra?

El Secretario General de la ONU pedía que se abriera un corredor humanitario para que se permitiera el ingreso de ayuda humanitaria. MSF tenía un stock de material médico, pero el stock, si está pensado para suministros que duren tres meses, en los últimos tres cuatro días se han gastado el equivalente a los suministros de tres semanas.

Nos unimos al llamado de que se abran los corredores para que pueda entrar ayuda humanitaria lo antes posible. (AGENCIA REFORMA)