Al mencionar que a diario llegan a hospitales dos o tres mujeres con lesiones a causa de actos violentos que las ponen en alto riesgo y hasta tres víctimas menores por violación, Rosa María Salazar Rivera lamentó que muchas mujeres, a pesar de ello, se niegan a permanecer en los refugios por evitar el aislamiento social que esto representa.
La directora de la Fundación Luz y Esperanza de Saltillo señaló que sólo 4 de cada 10 mujeres víctimas de la violencia, cumple con los tres meses en el refugio.
Ante esta situación la activista dijo que se han tenido que modificar los programas pasando a modelos híbridos de atención donde quienes no están en alto riesgo pueden salir, pero con las medidas de seguridad que dicta el protocolo.
Reconoció que ir al refugio implica aislamiento social que incluye perder comunicación con la familia, prohibir el uso de celular y sobre todo, salir a la calle.
Salazar Rivera destacó que esta situación lleva a las víctimas de violencia a recriminar, con razón, el aislamiento al que se les somete cuando quienes deberían estar encerrados o recluidos son los agresores.
“Una de las razones por las que no quieren estar en refugio es el aislamiento social; otra es las redes sociales del que muchas mujeres tienen adicción y al no permitirse se sienten más aisladas”, explicó.
Aunado a esto, hay casos de mujeres que tienen alguna adicción, depresión o ansiedad y no pueden estar en estas condiciones, situación lamentable debido a que el protocolo de acción ante estos casos de violencia indica el aislamiento por un período de tres meses.
Aún y cuando para las afectadas este lapso es extenso, no es suficiente para resolver las secuelas que la violencia a la que son sometidas les provoca. (DAVID GONZÁLEZ/INFONOR)
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