OCURRIÓ EN LA CANASTA
Por aquellos años, se aproximaba la elección de alcaldes en Coahuila. El entonces presidente, CARLOS SALINAS DE GORTARI, visitó Saltillo en una gira de trabajo, por lo que el gobernador de Coahuila, ELISEO MENDOZA BERRUETO, le organizó una comida en el mejor restaurante de la ciudad, La Canasta, propiedad de doña GRACIELA GARZA AROCHA.
Entre los invitados, destacaban los capitanes de la industrial local, don ISIDRO y don JAVIER LÓPEZ DEL BOSQUE. También estaba en la mesa ROSENDO VILLARREAL, cuñado de don Isidro, y algunas otras personas más. No hace falta ser adivino para asegurar que los comensales debieron haber degustado en aquella ocasión el delicioso arroz huérfano que tan famosa hiciera a doña Graciela.
Y en ese momento se tomó el acuerdo. Salinas de Gortari seguía en su afán de legitimizar su dudoso triunfo, tras la sospechosa caída del sistema operada por MANUEL BARTLETT cuando todo indicaba que CUAHTÉMOC CÁRDENAS ganaría la elección presidencial de 1988, por lo que comenzó la entrega de posiciones a la oposición, principalmente al PAN.
En Saltillo, en La Canasta, se acordó que el próximo alcalde de Saltillo sería Rosendo Villareal —cuñado de don Isidro— y que el siguiente alcalde de Torreón sería CARLOS ROMÁN CEPEDA, yerno por aquel entonces de don Javier López. Así, Salinas de Gortari le entregaba otra posición al PAN, y de paso se congraciaba con los dos empresarios más importantes del país.
Rosendo era un muy mal candidato, que sin ese acuerdo cupular jamás hubiera ganado la elección ni se hubiera convertido en uno de los peores alcaldes que ha tenido Saltillo. Pero esa es otra historia. Lo importante ahora es reconocer el gran legado que doña Graciela le dejó a la gastronomía local y en general a Saltillo, y los grandes acuerdos que se pactaron ante un plato de arroz huérfano, bautizado así por don ROBERTO OROZCO MELO, quién al probarlo por primera ocasión exclamó: “Este arroz no tiene madre”.
Descanse en paz doña Graciela, y vayan mis condolencias para toda su familia.
UNA AUTÉNTICA TRAGEDIA
Muy atento se mantuvo todo el tiempo el secretario de Gobierno, FERNANDO DE LAS FUENTES, de la suerte que corrieron los cuatro migrantes que fueron abandonados por uno o varios polleros en su trayecto rumbo al “sueño americano”. Desafortunadamente, pese al impresionante operativo de búsqueda que implementó el gobierno del Estado, los cuatro fueron localizados sin vida.
Ojalá que tragedias como esta no se volvieran a repetir jamás, pero mientras sea negocio para los “polleros”, siempre habrá el riesgo de que vuelva a suceder.
Y hablando de negocios al margen de la ley, ¿ya se habrán percatado las autoridades estatales y federales del gran número de mujeres indígenas que desde hace un par de semanas se colocan en los cruceros de Saltillo haciendo malabares con cuatro o cinco pelotas de colores, para luego pedir dinero a los automovilistas? Pues bien, la misma situación se ha visto en otras ciudades como Monterrey y Reynosa, lo cual indica claramente que las mujeres son explotadas laboralmente por alguna banda de maleantes que son quienes las trasladan a los diversos puntos donde van a “trabajar”, y quienes después las despojan del dinero que logren juntar.
Que no esperen nuestras autoridades que alguna de ellas presente una denuncia. Las tienen amedrentadas y sometidas, por lo que esta situación la deben investigar de oficio. Ojo GERARDO MÁRQUEZ GUEVARA.
UN PAR DE INCONVENIENTES
Es una buena noticia la llegada a Derramadero de la empresa Paramount New Materials, la inversión de 200 millones de dólares y la creación de 1 mil 200 nuevos empleos. Pero ojo, no todo es miel sobre hojuelas. En este anuncio hay un par de inconvenientes que es necesario resolver:
El primero, ¿de dónde va a sacar la empresa a esas 1 mil 200 personas que pretende incorporar a su plantilla laboral, tomando en cuenta que en Coahuila, gracias precisamente a las políticas de atracción de nuevas empresas y a sus condiciones favorables en temas de ubicación y seguridad, hay mucho más oferta de empleos que personas buscando uno?
Y el segundo, al gobierno de la 4d le sigue importando menos que un comino la ampliación de la carretera que comunica a Saltillo con ese sector industrial. Esa es una obra que lleva muchos años en el limbo, pero que no se ha hecho porque “ya sabes quién” prefirió construir una autopista para llegar al pueblo dónde vive la mamá del “Chapo”, que invertirle a una carretera con la cual se beneficiaría a los miles de trabajadores que todos los días hacen el trayecto de ida y vuelta.
Una opción sería retomar el proyecto de la llamada “Ciudad Derramadero”, ya plasmada en el Plan Rector de Desarrollo Urbano de Saltillo pero de la cual todavía no se construye ni la primera casa. Cómo que ya va siendo hora de darle para adelante, para que los obreros y sus familias puedan vivir allá, en lugar de perder varias horas del día en puros traslados.
