CÁPSULAS SARAPERAS

Maestra Teresa Costilla

En esta ocasión te platico la historia de quien fue, es y será la primera locutora de nuestra hermosa ciudad de Saltillo. Por supuesto que me refiero a la maestra María Teresa Costilla Blanco.

Tere Costilla, nació un 26 de marzo en la casa marcada con el número 335 de la calle de Xicoténcatl, donde por cierto fue vecina de Rubén Aguirre, el profesor Jirafales, de quien me asegura Tere que por las tardes se subía a la azotea para tocar la trompeta.

Desde niña, gracias a que su papá José Trinidad Costilla Duarte era aficionado de escuchar el radio durante todo el día, nació en ella un sentimiento un tanto enigmático por ese sistema de comunicación y de entretenimiento.

Su educación, desde el Jardín de Niños Luis A. Beauregard, la primaria en la Anexa, después la secundaria y sus estudios profesionales, todos los cursó en las mismas instalaciones, las que ocupa la Benemérita Escuela Normal de Coahuila.

A la edad de 18 años concluyó sus estudios y de inmediato empezó a trabajar en la Primaria Ramos Arizpe, cuando las escuelas dependían de la Presidencia Municipal y los profesores cobraban en el ayuntamiento.

Cierto día del año de 1966, cuando el alcalde de esta hermosa ciudad de Saltillo era don Roberto Orozco Melo, siendo el secretario del ayuntamiento don Jorge Ruiz Schubert, quién además dirigía la estación de radio XESJ, Tere asistió a la oficina de don Jorge para firmar su nómina y fue cuando Ruiz Schubert le dijo: “Tere ¿puede en la tarde ir a la radiodifusora?” Ese mismo día Tere se presentó en la XESJ, la cual estaba ubicada en la calle de Allende Nte #507. Quienes trabajaban en la radiodifusora no podían creer que Ruiz Schubert ihubiera invitado a una mujer, pues poco tiempo antes, cuando se les había ocurrido proponer el invitar a una mujer como colaboradora, la respuesta de su parte fue un contundente y fuerte: “¡Ni lo sueñen!”.

Pero ese día, cuando entraron al estudio, Ruiz Schubert acomodó el micrófono, le extendió un papel y le dijo: “Mire, quiero invitarla a leer esto”. Después de que Tere lo leyó, el directivo de la XESJ le preguntó: ¿Qué día puede venir? A lo que Tere le contestó: El día que diga, pues termino a las 5 en la escuela.

Pasaron los días y las semanas, y sin falta alguna, Tere visitaba la radiodifusora para que don Jorge le diera recomendaciones en la lectura frente al micrófono, hasta que cierto día llegó el señor Ramiro Solís —quien era el gerente de Muebles Modernos de Saltillo—, pidiendo la grabación de un comercial para la mueblería a dos voces, argumentando que en Monterrey no podían realizarlo. El trabajador de la mueblería se retiro y Ruiz Schubert le dijo a Tere: “Vamos a grabar esto”. Menos de dos horas después llegó don Salvador José —quien era el propietario de Muebles Modernos de Saltillo y hermano de mi amiga Caro—, quien escuchó el comercial, le dio su visto bueno y fue así como salió al aire el primer comercial con una voz de mujer Saltillense.

Al poco tiempo le ofrecieron a Tere dos programas, ambos los sábados por la noche, a lo que la maestra accedió con la condición de que fueran grabados, pues la emisión terminaba a las 12 de la noche, hora en la cual, además de concluir el programa, la radiodifusora dejaba de transmitir señal y las calles de aquella pequeña pero hermosa ciudad de Saltillo, lucían vacías. Por lo que los programas eran grabados a las 4 de la tarde los mismos sábados junto con Clemente Bárcenas.

De 10 a 10:30 PM se transmitía el programa “Momento romántico”, patrocinado por “Quinta Nakasima”, en el cual transmitían boleros y canciones románticas interpretadas por tríos. Y de 10:30 PM hasta a las 12 de medianoche el programa era “Tumbando caña”, con pura música bailable. Ambos programas estuvieron al aire entre 1966 y 1970.

Tere contrajo nupcias con Jesús Montoya Peña, con quien tuvo tres hijos: Jesús, Alejandro y Ana Cecilia, y es además abuelita de 5 nietos. Es una mujer de platica amena, quien siente un orgullo enorme por sus hijos.

A quienes escuchan las Cápsulas Saraperas por la radio, les comento que a partir de hoy las cortinillas de entrada y salida serán con la voz de la primera locutora Saltillense, la profesora Tere Costilla. Muchas gracias, maestra.

Hoy las mujeres no sólo en nuestra hermosa ciudad de Saltillo sino en el mundo entero tiene acceso a mayores oportunidades que las que tenían en 1966, por ello los pasos agigantados de grandes mujeres como Tere son dignas de reconocer, por ello nuestra primer locutora Tere Costilla y su historia son definitivamente algo muy de Saltillo y que vale la pena presumir.

 

 

 

Autor

Francisco Tobías
Francisco Tobías
Es Saltillense*, papá de tres princesas mágicas, Rebeca, Malake y Mariajose. Egresado de nuestra máxima casa de estudios, la Universidad Autónoma de Coahuila, en donde es catedrático, es Master en Gestión de la Comunicación Política y Electoral por la Universidad Autónoma de Barcelona, el Claustro Doctoral Iberoamericano le otorgó el Doctorado Honoris Causa. Es también maestro en Administración con Especialidad en Finanzas por el Tec Milenio y actualmente cursa el Master en FinTech en la OBS y la Universidad de Barcelona.
Desde el 2012, a difundido la historia, acontecimientos, anécdotas, lugares y personajes de la hermosa ciudad de Saltillo, por medio de las Cápsulas Saraperas.
*El autor afirma que Saltillense es el único gentilicio que debe de escribirse con mayúscula.
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Es Saltillense*, papá de tres princesas mágicas, Rebeca, Malake y Mariajose. Egresado de nuestra máxima casa de estudios, la Universidad Autónoma de Coahuila, en donde es catedrático, es Master en Gestión de la Comunicación Política y Electoral por la Universidad Autónoma de Barcelona, el Claustro Doctoral Iberoamericano le otorgó el Doctorado Honoris Causa. Es también maestro en Administración con Especialidad en Finanzas por el Tec Milenio y actualmente cursa el Master en FinTech en la OBS y la Universidad de Barcelona. Desde el 2012, a difundido la historia, acontecimientos, anécdotas, lugares y personajes de la hermosa ciudad de Saltillo, por medio de las Cápsulas Saraperas. *El autor afirma que Saltillense es el único gentilicio que debe de escribirse con mayúscula.