COMO DECÍA MI ABUELA

“Fe sin obras…”

Como he mencionado antes, la fe que profesa mi familia es la católica, y aunque para mí, es más importante la doctrina que la Iglesia, para mi abuela, ambos conceptos eran inseparables. Cada domingo, procuraba ir a misa, rezaba a diario el rosario y hacía todo lo posible por cumplir con sus obligaciones católicas, sin excluir el diezmo. Cuando llegó el momento de acudir con su sobrecito a la misa, le pidió a mi abuelo y a un tío que vivía con ellos, que colaboraran con la cantidad que llevaría “fe sin obras, está de sobra” exclamó mi abuela, mientras les tendía la mano, y a aquéllos, no les quedó de otra más que aportar.

El acceso a la justicia para las mujeres en México, es un camino sinuoso que muy pocas llegan a recorrer hasta el final. Los obstáculos a que nos enfrentamos van desde la revictimización por parte de las autoridades, hasta la omisión en el ejercicio de sus funciones y obstrucción de la justicia para favorecer a criminales. Por estos motivos, es sumamente valioso el esfuerzo de las mujeres que inciden en la política, ya sea desde los puestos de mando o desde la organización colectiva como activistas, ya que, de estos ejercicios surgen iniciativas como la “3 de 3 vs la violencia” o la propia Ley de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.

Durante el fin de semana se dio a conocer que Uriel Carmona, Fiscal de Morelos, había sido detenido y vinculado a proceso por el delito de obstrucción de la justicia, al realizar declaraciones sobre el caso de Ariadna Fernanda, joven encontrada sin vida en la carretera la Pera- Cuautla del Estado de Morelos el 02 de noviembre de 2022, en el sentido de que la muerte de la joven fue debido a una bronco aspiración por intoxicación etílica ya que su cuerpo no presentaba signos de violencia. Días más tarde, esta versión, fue desmentida por la Fiscalía General de Justicia de CDMX, y gracias a las investigaciones, se estableció la participación de Rautel N y Vanessa N, quienes actualmente se encuentran detenidos como responsables del feminicidio de Ariadna. Aunque muchas veces las autoridades salen a realizar declaraciones prematuras, misóginas, discriminatorias y revictimizantes contra las mujeres víctimas de violencia machista, esta es la primera vez, que se reconoce el alcance de dichas declaraciones en el marco de una investigación. Esta es una gran noticia, que si bien, no le devuelve la vida a Ariadna ni el tiempo perdido en el proceso a los familiares, sienta un precedente en la forma en la que las autoridades deben conducirse a la hora de desempeñar su cargo. A partir de esta resolución, familiares de las víctimas pueden señalar las omisiones del Estado a la hora de impartir justicia.

Desafortunadamente, las declaraciones desatinadas no son solo acción de fiscalías y de hombres. La representante del INMUJERES Nadine Gandsman fue duramente criticada al solicitar a las funcionarias y candidatas “aguantar vara” frente a la violencia política, lo que después defendió como un “llamado urgente a la resiliencia”.

No se puede combatir la violencia contra las mujeres cuando esta se normaliza y se disfraza de “pinche política” usando las palabras de la propia Gandsman. Precisamente sería caer en revictimización como lo que hizo hace casi un año el Fiscal de Morelos al acusar a Ariadna Fernanda de borracha, o como elegantemente lo dijo, “intoxicación etílica”. No se vale decir que se ataca la violencia contra las mujeres y luego, pedirles a esas mismas mujeres que se aguanten, que resistan, que sean resilientes. Si la lucha feminista está viva hasta nuestros días es gracias a la fuerza de voluntad de muchas mujeres que tuvieron fe en un movimiento, una causa y en sus compañeras, pero la lucha no se hace en silencio, calladitas ni “aguantando vara”, la lucha se hace precisamente entendiendo que no tenemos porqué aguantar ni un solo acto de violencia, por más pequeñito o normalizado que se considere dentro de la sociedad.

Queremos más mujeres en puestos de poder, por supuesto, pero mujeres que de verdad estén comprometidas con erradicar la violencia, más allá de las instituciones y los discursos, mujeres que accionen en favor de la justicia y la equidad. Porque como decía mi abuela “fé sin obras, está de sobra” y ya estamos cansadas de que se nos imponga en quién creer y sin que hagan nada por garantizar nuestro derecho a una vida libre de violencia.

 

 

Autor

Leonor Rangel