JUAN PABLO BORJÓN GARCÍA
El juicio contencioso administrativo es un medio jurisdiccional de control de la legalidad de los actos de la administración pública. En nuestro Estado se encuentra vigente desde el año dos mil diecisiete, en que se instaló el Tribunal de Justicia Administrativa de Coahuila de Zaragoza.
Ello quiere decir, que, desde entonces las personas cuentan con una garantía para hacer valer sus derechos frente a las autoridades de la administración pública del Estado, o de cualquiera de los treinta y ocho municipios, cuando estimen que sus actos fueron realizados en contravención con las leyes.
En este contexto, el legislador coahuilense concibió a juicio contencioso administrativo como un procedimiento de carácter jurisdiccional sencillo, que una vez ventilado, culminara en una sentencia que pudiera anular el acto de autoridad que no se ciñera a las disposiciones jurídicas que lo rige, y en su caso, precisar la manera en que se restituyera al demandante del derecho que se hubiera vulnerado como consecuencia de éste.
Sin embargo, puede suceder que la sentencia que ponga fin al juicio, o bien, alguna de las providencias dictadas durante su trámite, no satisfaga a alguna de las partes, por haberse dictado en contravención con las normas que lo rigen o bien, a las leyes que rigen al acto impugnado. Es por ello, que la misma Ley del Procedimiento Contencioso Administrativo y la Ley Orgánica del Tribunal de Justicia Administrativa de Coahuila de Zaragoza, prevén la existencia de recursos por medio de los cuales pueden someterse a revisión.
Así, para las cuestiones intraprocesales se encuentra previsto el recurso de reclamación, el cual se tramita y resuelve ante la propia autoridad instructora del juicio; y por su parte, para las resoluciones más definitivas, tales como la sentencia, o el sobreseimiento anticipado del juicio, está el recurso de apelación, cuya resolución corresponde al Tribunal en Pleno, dada su trascendencia.
Es importante para todas aquellas personas que participan en los procedimientos que se realizan ante el Tribunal, que conozcan las reglas conforme las cuales se tramitan estos recursos, pues de esta forma se acercarán más a obtener una resolución favorable a sus asuntos.
De igual forma, es importante que en el ejercicio de estos recursos tengan en cuenta que es necesario desarrollar una argumentación adecuada que resulte eficaz para poner de manifiesto la manera en la cual, la resolución o sentencia que se reclama, les genera agravio.
Nota: el autor de este artículo es Secretario de Acuerdo y Trámite de la Secretaría General de Acuerdos del Tribunal de Justicia Administrativa de Coahuila de Zaragoza.
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