CÁPSULAS SARAPERAS

En esta ocasión te platico de una construcción que era majestuosa, de un hospital que teníamos en nuestra hermosa ciudad de Saltillo, me refiero al Hospital San Vicente de Paul.

Era el año de 1911 cuando la pareja conformada por el Saltillense adoptado Henry Mass, nacido en Alemania, y su esposa, la Saltillense por nacimiento, Trinidad Narro Rodríguez, financiaron la construcción y el equipamiento del Hospital San Vicente, sobre un predio que se encuentra sobre lo que era la Calzada del Centenario, hoy llamada Calzada Antonio Narro, casi casi frente al Seguro 1.

La construcción era majestuosa y elegante. Por sus fotos bien podríamos pensar que era una de esas mansiones extravagantes que podemos ver en las películas. Su arquitectura tenía un estilo neoclásico, con adornos tipo barroco y rococó. La cúpula, de dos cuerpos, estaba resguardada por un ángel que tenías las alas extendidas. El ingeniero encargado de su construcción fue Isidro Gelaber.

El matrimonio Mass Narro dedicó parte de su fortuna económica a obras de beneficiencia, caridad y apoyo a los más desprotegidos. Un claro ejemplo fue este Hospital llamado San Vicente de Paúl en honor al santo de origen francés cuyo corazón, por cierto, le fue extraído al fallecer y aún se conserva dentro de una urna en París, pero volvamos a la historia, a la historia de ese hospital cuya construcción era verdaderamente majestuosa.

Tres años después de su empezar su funcionamiento, ya en plena revolución, el hospital cambió de nombre y administración para convertirse en el hospital militar.

Al concluir la revolución mexicana, el hospital militar fue convertido en la casa de la salud, hasta los años 30´s del siglo pasado, para posteriormente convertirse en las instalaciones de la escuela de enfermería y después en la Cruz Roja entre 1953 y 1967.

Por falta de uso, por abandono, incluso hasta por apatía, este edificio fue derrumbado en 1972. Al caer, sin darnos cuenta también derrumbaron parte de la historia de nuestra hermosa ciudad de Saltillo, historia que hoy sólo podemos conocer y compartir gracias al recuerdo.

Esta es una de esas historias que de manera inexplicable tienen un triste final, un final que no nos permitió a muchos Saltillenses conocer y deleitar nuestra vista con la majestuosidad de una obra arquitectónica que fue el Hospital San Vicente de Paúl, y que también era llamado como el Hospital Enrique Mass o Trinidad Narro de Mass, por ser sus benefactores.

 

Autor

Francisco Tobías
Francisco Tobías
Es Saltillense*, papá de tres princesas mágicas, Rebeca, Malake y Mariajose. Egresado de nuestra máxima casa de estudios, la Universidad Autónoma de Coahuila, en donde es catedrático, es Master en Gestión de la Comunicación Política y Electoral por la Universidad Autónoma de Barcelona, el Claustro Doctoral Iberoamericano le otorgó el Doctorado Honoris Causa. Es también maestro en Administración con Especialidad en Finanzas por el Tec Milenio y actualmente cursa el Master en FinTech en la OBS y la Universidad de Barcelona.
Desde el 2012, a difundido la historia, acontecimientos, anécdotas, lugares y personajes de la hermosa ciudad de Saltillo, por medio de las Cápsulas Saraperas.
*El autor afirma que Saltillense es el único gentilicio que debe de escribirse con mayúscula.
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Francisco Tobías
Es Saltillense*, papá de tres princesas mágicas, Rebeca, Malake y Mariajose. Egresado de nuestra máxima casa de estudios, la Universidad Autónoma de Coahuila, en donde es catedrático, es Master en Gestión de la Comunicación Política y Electoral por la Universidad Autónoma de Barcelona, el Claustro Doctoral Iberoamericano le otorgó el Doctorado Honoris Causa. Es también maestro en Administración con Especialidad en Finanzas por el Tec Milenio y actualmente cursa el Master en FinTech en la OBS y la Universidad de Barcelona. Desde el 2012, a difundido la historia, acontecimientos, anécdotas, lugares y personajes de la hermosa ciudad de Saltillo, por medio de las Cápsulas Saraperas. *El autor afirma que Saltillense es el único gentilicio que debe de escribirse con mayúscula.