CLAVE DE FA

Las banderas rojas de la militarización

Dijo que no era con el Ejército como se podían resolver los problemas de violencia. Estaba en contra de tener un gobierno militarista. Pedía que no se utilizara a las Fuerzas Armadas para suplir las incapacidades de los gobiernos civiles. Y prometió que iba a devolver a los militares a los cuarteles. Hoy, siendo presidente, López Obrador está haciendo todo lo contrario.

Pero más allá del empoderamiento de los militares, que será sin duda el legado lopezobradorista, hay varios temas que conlleva la militarización de la seguridad que son banderas rojas en torno al autoritarismo que se sigue avanzando.

La primera de ellas es la violación de los principios constitucionales, porque como AMLO no tiene la mayoría calificada para reformar la Constitución, está operando esta transición a través de leyes secundarias que solo necesitan mayoría simple, que sí tiene su bancada. Esto puede traer una controversia en la Suprema Corte de Justicia, que nos lleva a la segunda bandera: la supeditación de las instituciones autónomas al Ejecutivo.

La mayoría morenista tiene control en ambas cámaras del Congreso, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos es un florero que ha decidido hacer mutis, a pesar de las recomendaciones de órganos internacionales; y no sabemos si la Suprema Corte de Justicia, en caso de recibir la controversia, le dé velocidad a un fallo que le ponga alto a las intenciones del presidente o simplemente congele su decisión por años, lo cual es lo mismo en términos operativos: el ejército a cargo de la seguridad pública.

Tercero, se expone a los militares a actos de corrupción y violación de derechos humanos. Entandemos una cosa:  la misión de las Fuerzas Armadas no es garantizar la seguridad pública, sino defender la soberanía de la Nación en su integridad territorial y ciudadana. El plan de AMLO es como intentar hacer una cirugía médica con herramientas de construcción. ¿Qué puede salir mal?

Cuarto, revela también el desmantelamiento de la oposición. Después de varios “cuerazos” en el Martes del Jaguar, Alito Moreno dio su brazo a torcer y se sumó a la iniciativa morenista. Esto causó el malestar de los otros partidos que integran la alianza Sí X México, lo cual la ha llevado a la suspensión, por considerar que el presidente del PRI los traicionó a cambio de impunidad.

Pero la última y más grave es que militarizar a la Guardia Nacional, implica un reconocimiento de que, a cuatro años del inicio de la Cuarta Transformación, la estrategia de seguridad ha fracasado. Y que las decisiones que hoy se están tomando, transcenderán a las futuras administraciones y generaciones. Una alerta para no ignorar.


Israel Navarro es Estratega Político del Instituto de Artes y Oficios en Comunicación Estratégica. Twitter @navarroisrael

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El Heraldo de Saltillo
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