Claudia Berrueto: la saltillense con la poesía en las manos 

Alguna vez la autora española Carmen Conde escribió que «la poesía es el sentimiento que le sobra al corazón y te sale por la mano», frase que particularmente coincide con la saltillense Claudia Isabel Berrueto Ramírez, quien encontró en este género literario su fuente de expresión.

Nacida en 1978 dentro de la capital coahuilense, Claudia confiesa que, desde niña, gracias a fragmentos de poemas o guiños literarios que encontró en libros que leyó durante su educación básica, supo que la poesía se convertiría en su fiel compañera.

«Los libros de lectura de la SEP despertaron mucho mi curiosidad; cuando yo era niña eran maravillosos. Tenían a grandes autores, en la primaria leímos a Julio Cortázar (escritor argentino). Muy joven me gustó mucho empezar a leer, me gustó mucho la lectura desde secundaria. En la prepa empecé a escribir un poco; tuve a mi hija muy joven y el embarazo también me hizo escribir cosas para mí», compartió con El Heraldo de Saltillo.

Tras pasar su etapa de bachillerato y con la literatura como una semilla creciendo en su interior, ingresó a la Licenciatura en Letras Españolas de la Universidad Autónoma de Coahuila (UA de C) donde, a través de libros y charlas en aulas, conoció la poesía de autores que terminarían por germinar el llamado hacia sus filas. Así comenzó su tránsito formal en el vasto mundo literario, bajo la guía de escritores como Silvia Eugenia Castillero, Antonio Deltoro y José Javier Villarreal, entre otros.

«Terminé la carrera y en el año 2003 o 2004, el maestro Jaime Torres Mendoza (ex docente de Letras Españolas) me hizo el favor de publicar mi primer libro que se llamó En el Fondo una Mantarraya, en su colección preciosa que se llamaba Gota de Agua y también tuve la oportunidad de trabajar con él en Consejo Editorial, de 1997 a 1999», recordó.

 

LIBROS COMO MEMORIAS

De su pluma han surgido poemarios como Polvo Doméstico, con el que obtuvo el Premio Nacional de Poesía Tijuana 2009 y Sesgo, con el que ganó el Premio Iberoamericano Bellas Artes de Poesía Carlos Pellicer para Obra Publicada 2016, por citar algunos.

Además, la complicación de su obra se encuentra también en antologías como Pensar con los Ojos Abierto II, editada por la UA de C en 2003; Muestra de Literatura Joven de México, de la Fundación para las Letras Mexicanas y Del Silencio hacia la Luz. Mapa Poético de México, de Juan Domingo Argüelles, publicada en 2014.

«Ahora a la distancia, con la edad, pienso en el momento en el que estaba embarazada y sentía que tenía mucho en un sólo cuerpo y entonces empecé a creer que la escritura era otro cuerpo para contener lo que no cabía en este cuerpo, en este primer cuerpo», detalló.

«(Llegar a la poesía) fue un desdoblamiento muy natural porque no luché contra eso ni hubo un vacío a la hora de buscar qué escribir. También creo que la poesía es un ejercicio de memoria muy importante, muy interesante; pienso que de ahí viene mi inquietud. Es bien interesante qué tanto inventamos en la memoria y qué tanto fue real», externó.

POEMARIOS EN PUERTA

De su trabajo como becaria del Sistema Nacional de Creadores en el período 2018-2021, surgieron dos poemarios: Amblar y otro con título por confirmar. El primero será publicado en 2023, editado por la Universidad Autónoma de Sonora, mientras que el segundo aún no tiene editorial definida.

Para conocer más sobre el trabajo de creación de Claudia Berrueto, quien se desempeña como coordinadora editorial de la Coordinación General de Difusión y Patrimonio Cultural de la UA de C, se pueden consultar sitios web como lacastalia.com o enviar un mensaje al correo electrónico unacositadenada@hotmail.com para obtener la versión digital de sus libros sin costo.

«Mi experiencia también se vio enriquecida por mi trabajo como gestora cultural porque conocí a gente muy interesante que también despertó en mí curiosidad de otras cosas, los vasos comunicantes. (El interés por hacer poesía) cambia conforme vas creciendo, vas madurando y vas teniendo prioridades. Cambia la intensidad, pero es una intensidad que no se pierde, cambia, pero no desaparece». (OMAR SOTO / EL HERALDO)