DE BUENA FUENTE

VIRUELA

Mario Dávila Delgado fue un excelente  médico pediatra, estimado en lo institucional y en lo privado.

Hombre cabal, y político prestigiado, el alcalde de Monclova parece que al paso de los años se devaluó en lo personal y en lo profesional, y ahora se dedica  a la promoción de eventos artísticos.

A más de medio año de llegar a la presidencia municipal acerera, don Mario no tiene obra conocida, ni se le ven ganas de trabajar por la ciudadanía que confió en su propuesta.

Mejor se dedica en redes sociales a obsequiar boletos para presentaciones de artistas, a inaugurar exposiciones culinarias y tomarse selfies con zutano y con mengana.

Y como bien dicen que no es lo mismo los Tres Mosqueteros que Veinte Años Después, el médico pediatra es una clara muestra de que hacerse el gracioso, y quedar en ridículo, es ahora lo suyo. Después de vejez, viruela…

 

TRADICIÓN HISTÓRICA

Expertos en la materia, advierten que el verdadero problema de las minas en la región carbonífera de Coahuila no es la supervisión ni la vigilancia.

Porque los pocitos clandestinos son para la minería lo mismo que el comercio informal para las empresas establecidas.

Ambos responden a la oferta y la demanda,  están fuera de la ley pero a la vista, y las autoridades de todos los niveles saben que existen, aunque se hacen de la vista gorda.

Los dos son producto de la corrupción, sangran a la economía, y se utilizan cuando conviene como cajas chicas.

En la carbonífera todos saben que los pocitos surgen para surtir carbón a las grandes empresas productoras, y que estas a su vez lo entregan a la CFE, a AHMSA y más recientemente a Apasco.

Casi siempre el gran empresario financía al dueño pobre del pocito, le compra el carbón a precio de risa, y luego recupera la inversión con la ventajosa  venta del mineral a su cliente. ¿Que no?

 

¡YA SUÉLTENLO!

La Fiscalía de Campeche solicitó formalmente el desafuero de Alejandro Moreno, líder nacional del PRI, para que responda los delitos de enriquecimiento ilícito y peculado que se le imputan.

“Alito” ya no siente lo duro sino lo tupido, y tras varios meses de enfrentar los audios filtrados por la gobernadora campechana, Layla Sansores, ahora debe responder a tan duras imputaciones.

El legislador federal tricolor está acorralado, herido, y lastimosamente bien quemado políticamente.

 

 

Autor

Ulises Salas
Columnista
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