A LA BÁSCULA  

Cuota de humillación 

Durante su visita a la mina siniestrada en Sabinas, Coahuila, el presidente Andrés Manuel López Obrador recibió los reclamos de los familiares de los mineros que ya rebasaron las 120 horas atrapados en el fondo de los ‘pocitos’ que el presidente califica como ‘mina’ cuya concesión, afirmó este lunes en la mañanera, la otorgó Vicente Fox en 2003 y que vence en el 2053.

La madre de uno de los mineros, en un video que se hizo viral a través de las redes sociales, le agradece su visita al sitio del dolor, y le agradece las fotos que se fue a tomar al lugar sin hablar con los familiares de los mineros, fotos que ojalá le sirvan para su política, le dice palabras más, palabras menos.

Sin hacer una referencia directa a la mujer ni al reclamo, López Obrador comento en su mañanera de este lunes que una señora le dijo, aunque le rebuscó y le dio vueltas al asunto, cantinfleaando, que cuando se trabaja pensando siempre en los demás, cuando no se tiene problemas de conciencia, como servidores públicos se puede y se debe de pagar una ‘cuota de humillación’.

Es decir, que el Presidente se sintió humillado por el reclamo de no haber escuchado a los familiares de los mineros que siguen sin ser rescatados, pero muy dignamente está dispuesto a pagar esa ‘cuota de humillación’.

Cómo cree usted que se sienten no solamente los familiares de los mineros que en este momento se encuentran sin ser rescatados, sino cómo se sienten quienes han perdido a alguno o algunos de sus familiares en tragedias similares, la de junio del 2021 en Múzquiz que desató una guerra mediática entre el gobernador de Coahuila, Miguel Riquelme, y el director de la CFE Manuel Bartlett, estéril porque en nada benefició a los deudos.

Cómo cree que se sienten los integrantes de la Familia Pasta de Conchos, a los que en febrero del 2021 les dijo que ya habían comenzado los trabajos de rescate de los cuerpos de los mineros fallecidos en la Mina Pasta de Conchos, y a más de un año después, no les ha cumplido ni media palabra de aquella declaración, y a quienes en octubre de 2021 en un evento al que acudió a Pasta de Conchos, no permitieron la entrada de ninguno de los familiares, pero como ‘compensación’, urgió a la CFE a acelerar los trabajos de rescate de los restos de los mineros, para no heredarle a su sucesor un compromiso asumido con  las familias de los afectados.

Cómo cree que se sienten, cuál es el sentimiento de todas esas familias de nuestros mineros coahuilenses, si al Presidente por un reclamo, que es muy válido le pareció que estaba pagando su ‘cuota de humillación’.

En esta como en todas las tragedias, los familiares van padeciendo distintas etapas, desde el primer impacto, la negación, el enojo y el reclamo ante la falta de resultados. Estas fases se van escalando conforme pasan las horas y cuando ya se rebasaron las 120 horas sin que se haya iniciado el rescate, es normal que haya un enojo y un reclamo natural, porque escuchan miles de versiones, que están desaguando los pozos, que viene un dron, que ya están listos los buzos de Conagua, y todas las demás versiones que guste y quiera, pero al final, ellos no ven resultados, concretos, palpables.

Cuando el Presidente tomó la decisión de viajar a Coahuila, sus asesores debieron de haberle informado de la etapa en la que se encontraban los familiares de los mineros, y que en medio de su enojo habría reclamos, y si no quería escucharlos al menos para hacer lo políticamente correcto, mejor no hubiera venido.

Y si tomó la decisión de hacerlo, debería de dejar de victimizarse frente a quienes están padeciendo y sufriendo un verdadero dolor, y ahora presentarse como víctima de haber recibido su ‘cuota de humillación’ ¡Pues qué delgadita tiene la piel!

Eso es lo que menos necesita nuestra gente de la Región Carbonífera toda, los familiares del actual evento, pero también los de los anteriores hechos. Nuestra gente necesita empatía, solidaridad, apoyo y cariño, sí, pero con eso sus familias no comen, tendrían qué recibir apoyos porque muchos de ellos se han quedado sin el que era la cabeza de sus familias.

Y ya basta de dejar al tiempo y a la cortedad de memoria de la gente para dejar que las cosas sigan funcionando como hasta ahora. En el momento de la tragedia muchas voces, muchas opiniones, pero en un par de meses o tres cuando mucho, desde el poder ya nadie se va a acordar de lo que está pasando ahora, y tristemente el tema volverá a ponerse sobre la mesa…cuando llegue una nueva tragedia

 

laotraplana@gmail.com

 

@JulianParraIba

Autor

Julian Parra Ibarra
Es director del diario digital La Otra Plana y la revista impresa Metrópolis. En cuatro décadas de ejercicio periodístico ha trabajado en diarios como El Norte de Monterrey, La Opinión-Milenio en Torreón, Esto en la Ciudad de México y a.m. en León, Guanajuato entre otros; ha sido conductor en programas de radio y televisión. Es columnista en varios medios impresos y digitales de Coahuila y Durango.
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