La Facultad de Psicología de la UA de C realizó un proyecto denominado “Super CAMP” para apoyar a algunos infantes a manejar las emociones que los orillan a comer de manera desmedida
La Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Coahuila (UA de C) realizó el pilotaje de un proyecto denominado “Super CAMP”, en el que participaron cuatro niños de entre 9 y 12 años que padecen de sobrepeso u obesidad, con la finalidad de estudiar las causas de su mala alimentación desde factores relacionados con la salud mental y otorgarles herramientas de autocontrol en sus emociones para frenar su necesidad de comer de manera desmedida.
“Es un programa para promover la alimentación consciente en niños con sobrepeso u obesidad. México tiene el primer lugar en obesidad infantil, lo cual no es algo para estar orgullosos; realmente hay un problema en este aspecto y nos hemos dado cuenta, desde la psicología, que ya no basta solamente con decirle a los niños o papás que hay que comer sano”, comentó este viernes para medios, Bárbara de los Ángeles Pérez Pedraza, coordinadora del Doctorado en Psicología de la Salud en esta Facultad.
“Estuvimos trabajando con factores psicológicos, alimentación emocional, para que los niños aprendan a manejar las emociones que los llevan a comer compulsivamente. Trabajamos también con la autoeficacia alimentaria, que ellos mismos vayan percibiendo que son capaces de ir desarrollando mejores hábitos alimenticios”, agregó.
La Académica manifestó que aunque este ejercicio, que se desarrolló del 4 al 15 de julio de este 2022, aún no se encuentra en su fase cuantitativa para generar estadísticas que abonen a profundizar en el tema del sobrepeso u obesidad infantil, sí fue de utilidad para que los participantes aprendieran cómo cuidar su estado de salud desde la alimentación diaria.
“Trabajamos en compañía de sus papás o la principal persona responsable de su alimentación, eso fue una parte muy importante. Hemos observado, en la parte cualitativa, bastantes buenos resultados, desde el desarrollo de estas variables pero también con objetivos que los niños se pusieron, objetivos básicos como tomar más agua, incorporar verduras a su alimentación, tener más actividad física. Ellos mismos, por iniciativa propia, desarrollaron estos objetivos”, externó.
Pérez Pedraza esperó que al paso de un año el “Super CAMP” pueda ofrecerse como un servicio periódico y abierto desde la Facultad hacia niños en general, al considerar el positivo impacto que tuvo en sus primeros cursantes.
“Los niveles sociales no fue una variable que se tomara en cuenta porque realmente el curso no tuvo ningún costo para las familias. Pudimos hacer un análisis muy minucioso de cómo entran y cómo salen, tuvimos niños de escasos recursos y otros que tienen un nivel medio-alto en lo socioeconómico. Lo que se busca con esta prueba piloto es hacer una validación para después formar replicadores. La idea es buscar financiamiento por parte del municipio o estado para que se pueda hacer formación de replicadores”, concluyó.
En el proyecto también participaron Diana Isabel López Rodríguez, del área de Psicología Infantil de la Facultad de Psicología; Andrea Carolina Sagaz Barrera y Anelyz Mendoza Candelas, estudiantes de esta institución, y la alumna de la Universidad Vizcaya de la Américas, Claudia del Carmen Santos Martínez. (OMAR SOTO / EL HERALDO)
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