Junto al obispo Hilario, renuevan religiosos de la Diócesis de Saltillo su vocación sacerdotal 

La mañana de este miércoles, decenas de religiosos pertenecientes a la Diócesis de Saltillo acudieron a la Catedral de Santiago, en la capital coahuilense, para renovar su vocación sacerdotal en compañía del obispo Hilario González García. quien a su vez reafirmó su compromiso con la feligresía local y la Iglesia Católica.

«Como Jesucristo llevamos el consuelo a los afligidos y la alegría de saberse amados por Dios. Somos testigos de que Cristo ha venido a transformar nuestra condición humana en divina y así nos alegramos de ser sacerdotes del Señor, ministros de Dios para consuelo y fortaleza de los que sufren o se sienten abandonados», manifestó durante su homilía.

«Que todo el que nos vea, el que nos escuche, tenga la seguridad de que estamos reflejando a Jesús, de que es Jesús quien habla y actúa en cada uno de nosotros (…). Vamos a renovar nuestras promesas sacerdotales, reconozcamos ante el Señor que no somos dueños del sacerdocio sino administradores fieles de un don para servir», ahondó.

A su vez, el obispo reafirmó su compromiso con la feligresía local y la Iglesia Católica y aprovechó la ocasión para reflexionar ante los presentes sobre su llegada a la Diócesis de Saltillo hace poco más de un año.

«Ha sido un año de mucho cariño fraterno y de una hospitalidad cristiana abundante. Veo con gratitud y gozo la mano de Dios en este primer año de servicio como su obispo, he sido bendecido con el cariño fraterno y la hospitalidad de los hijos de Dios», dijo.

«Percibo una comunidad inquieta, intensa, con grandes deseos de alimentarse del Señor y corresponder a su llamado (…). Gracias por este primer año, sé que todavía no cumplo los deseos de muchos o las necesidades, pero ténganme paciencia y se los pagaré. Gracias», enfatizó.

Además de este simbólico acontecimiento propio de la Semana Santa, monseñor Hilario encabezó la bendición del Santo Crisma, Santos Óleos, aceites y esencias que se utilizan en la ordenación sacerdotal, bautizos, confirmaciones y unción de los enfermos. (OMAR SOTO / EL HERALDO)