Ginebra, Suiza.- La oficina de derechos humanos de la ONU recordó a las autoridades de Rusia que cualquier ataque contra civiles e infraestructuras civiles, los bombardeos en ciudades y pueblos y otras formas de ataques indiscriminados están prohibidos por el derecho internacional y pueden constituir crímenes de guerra.
La portavoz de la oficina, Liz Throssell, insistió en que los civiles en Ucrania “están muriendo y quedando mutilados en lo que parecen ser ataques indiscriminados, en los que las fuerzas rusas utilizan armas explosivas con efectos de amplio alcance en zonas pobladas o cerca de ellas». «Esto incluye misiles, proyectiles de artillería pesada y cohetes, así como ataques aéreos», además de “informaciones creíbles” de que Rusia ha utilizado bombas de racimo en varias zonas pobladas.
Tras quince días de guerra, escuelas, hospitales y guarderías han sido alcanzados por los bombardeos, dijo la Sra. Throssell.
Hasta la medianoche del 9 de marzo, la oficina de derechos humanos registró 549 civiles muertos y 957 heridos en Ucrania, aunque también reconoce que es probable que esa cifra sea considerablemente mayor.
«El 3 de marzo, 47 civiles murieron cuando los ataques aéreos rusos alcanzaron dos escuelas y varios bloques de apartamentos en Chernihiv», dijo Throssell.
«El 9 de marzo, un ataque aéreo ruso alcanzó el hospital nº 3 de Mariupol, hiriendo al menos a 17 civiles. Todavía estamos investigando los informes que indican que al menos tres civiles podrían haber muerto en el ataque aéreo. Hemos hablado con diferentes fuentes en Mariupol, incluidas las autoridades locales, que indican sistemáticamente que el hospital era claramente identificable y estaba operativo cuando fue alcanzado”, explicó.
Ataque a un centro psiquiátrico
La Organización Mundial de la Salud (OMS) también condenó las primeras informaciones sobre un ataque de las fuerzas rusas a un hospital psiquiátrico cerca de Kharkiv.
«Acaban de llegar informes de esta mañana desde Kharkiv, las autoridades dicen que un instituto psiquiátrico ha sido atacado. Si esto resulta ser cierto, se trataría de otro problema para la salud en Ucrania», dijo Tarik Jasarevic, portavoz de la OMS, hablando desde Lviv, en el oeste de Ucrania.
«Según estas autoridades, en este instituto en particular, hay 300 personas que permanecen allí y unas 50 más o menos, que no pueden moverse».
Hasta la fecha, la OMS ha confirmado 29 ataques contra instalaciones sanitarias, que se han saldado con 12 muertos -entre ellos dos trabajadores sanitarios- y 34 heridos.
Operación de ayuda
La agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) dijo que ya hay 2,5 millones de ucranianos que han huido a los países vecinos, al menos dos millones de desplazados internos y otros 12,65 millones de personas directamente afectadas por el conflicto, que están «lidiando con temperaturas bajo cero».
«En el centro y el oeste de Ucrania, seguimos operando», dijo Matthew Saltmarsh, de ACNUR, desde Rzeszów (Polonia).
El portavoz añadió que las reservas preposicionadas y los artículos básicos de socorro estaban listos para su distribución en varios lugares del país, incluidas las regiones orientales. La agencia de la ONU también ha abierto almacenes en Vinnytsia, Uzhhorod y Chernivtsi, además de dos en Lviv.
Atrapados en los combates
El acceso a los civiles atrapados en ciudades como Mariupol y Kharkiv, es «muy restringido debido a las actividades militares en curso y a la creciente presencia de minas terrestres, lo que agrava las necesidades humanitarias día a día», explicó Saltmarsh. «Se necesitan urgentemente alimentos, agua, medicamentos y atención médica, refugio, artículos domésticos básicos, mantas, colchones, dinero en efectivo, materiales de construcción, generadores y combustible».
Nacionales de terceros países
Entre los que buscan seguridad lejos de los bombardeos en Ucrania, unos 116.000 nacionales de terceros países han logrado salir del país, según la agencia de migración de la ONU, la OIM.
«Decenas de nuestros Estados miembros se han puesto en contacto en los últimos días, solicitando el retorno de más de 14 mil nacionales de terceros países desde los Estados vecinos. Por tanto, se trata de un problema enorme», dijo Paul Dillon, portavoz de la Organización Internacional para las Migraciones.
Probable aumento del precio de los alimentos
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) alertó de las alarmantes consecuencias para la seguridad alimentaria mundial de la invasión rusa de Ucrania.
Según un nuevo informe del PMA, es probable que la guerra eleve aún más los precios de los alimentos y del combustible, amenazando sobre todo a los países vulnerables y a las propias operaciones humanitarias del organismo.
El conflicto llega en un momento de necesidades humanitarias sin precedentes. En todo el mundo, 44 millones de personas en 38 países están «al borde de la hambruna».
Ya se han tenido que recortar las raciones para los refugiados y otras comunidades vulnerables en África Oriental y Oriente Medio, incluido Yemen, «donde 16,2 millones de personas sufren inseguridad alimentaria y hay focos de condiciones similares a la hambruna».
Haciéndose eco de estas preocupaciones, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) advirtió que los precios internacionales de los alimentos ya habían alcanzado un máximo histórico, antes de que la invasión rusa de Ucrania provocara una conmoción en los mercados internacionales de productos básicos.
Esto se debe principalmente a las condiciones existentes en el mercado, pero también a los elevados precios de la energía, los fertilizantes y todos los demás servicios agrícolas, dijo el jefe de la FAO, Qu Dongyu, en una reunión extraordinaria de ministros de Agricultura del grupo de países ricos del G7.
«La crisis representa un desafío para la seguridad alimentaria de muchos países, y en especial para los países de bajos ingresos que dependen de las importaciones de alimentos y los grupos de población vulnerables», dijo.
Según la FAO, las exportaciones de trigo de Rusia y Ucrania representan cerca del 30% del mercado mundial, mientras que sus exportaciones combinadas de aceite de girasol representan el 55%.
Ambos países son también destacados exportadores de maíz, cebada y aceite de colza, y Rusia es un exportador clave de fertilizantes. (ONU)
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