CÁPSULAS SARAPERAS

El cocodrilo de la Agua Azul

En esta ocasión te platico de una historia que tuvo su inicio hace 36 años, en la colonia Agua Azul de esta hermosa ciudad de Saltillo.

Hay varias teorías sobre el origen de la palabra Saltillo, una de ellas es que proviene de un salto de agua, el cual se encuentra al pie de la iglesia del Ojo de Agua; también se dice que la palabra Saltillo significa lugar de mucha agua. Hoy todavía podemos ver y aprovechar una gran cantidad de ojos y pozos de agua que hay en la mancha urbana, y algunos lugares o colonias deben su nombre a esto, tal es el caso de la colonia Agua Azul, en la cual existe un pozo de agua conocido como el pozo azul, cuyo caudal alimenta el lago de la Ciudad Deportiva. Varios Saltillense me han afirmado que en el fondo de éste se pueden ver, gracias a su agua cristalina, unas vías de ferrocarril; sin embargo, la historia que sobresale de este lugar es la del cocodrilo.

Todo sucedió de repente, sin previo aviso, cuando encontraron a un joven ahogado en el pozo azul. Los vecinos empezaron a afirmar que había sido un cocodrilo el que había terminado con la vida de aquel joven Saltillense.

Se organizó una comisión con las personas más valientes de las colonias aledañas, por supuesto todas ellas mujeres, siendo estas Ramona, Adela, Angélica, mi amiga Kika y una dama conocida como la Mexicana, quienes fueron al lugar de los hechos con varios botes y tinajas llenas de ácido, con la intención de verterlas en el pozo de agua y así exterminar el cocodrilo. Al llegar, la primera en asomarse fue doña Ramona, quien antes de verter líquido alguno, sintió un fuerte mareo, tal vez por el sol, tal vez por miedo, ocasionando que cayera al pozo, por lo que las demás le ayudaron a salir para así las cinco regresar a paso veloz.

Cuando le pregunté a Doña Kika por la historia del cocodrilo, se me quedó viendo fíjamente a los ojos para sentenciar: “No licenciado, eso que hay ahí no es un cocodrilo”, asegurando que ella vio un cuerpo ya sin vida que tenia dos marcas de colmillos en el lado derecho del cuello.

Para llegar al pozo azul tomas la calle de Benito Juárez en la colonia La Condesa, hasta donde ésta cambia de nombre a Alejandro Humbolt; llegas a la calle de Río Agua Naval, estando ya en la Colonia Agua Azul, y ahí podrás ver el lugar dónde los taxistas lavan sus carros. Por cierto, existe la historia de que un taxista que aseaba su auto en ese mismo lugar terminó dentro del estomago del famoso cocodrilo de la Agua Azul.

Esta es una de esas historias se van guardando en las colonias, en los barrios de nuestra hermosa ciudad de Saltillo, esta es una de esas historias que se van quedando en el olvido, es una de esas historias que tal vez sean parte de las leyendas urbanas Saltillenses, historias o leyendas que valen la pena conocer.

 

 

 

Autor

Francisco Tobías
Francisco Tobías
Es Saltillense*, papá de tres princesas mágicas, Rebeca, Malake y Mariajose. Egresado de nuestra máxima casa de estudios, la Universidad Autónoma de Coahuila, en donde es catedrático, es Master en Gestión de la Comunicación Política y Electoral por la Universidad Autónoma de Barcelona, el Claustro Doctoral Iberoamericano le otorgó el Doctorado Honoris Causa. Es también maestro en Administración con Especialidad en Finanzas por el Tec Milenio y actualmente cursa el Master en FinTech en la OBS y la Universidad de Barcelona.
Desde el 2012, a difundido la historia, acontecimientos, anécdotas, lugares y personajes de la hermosa ciudad de Saltillo, por medio de las Cápsulas Saraperas.
*El autor afirma que Saltillense es el único gentilicio que debe de escribirse con mayúscula.
Artículo anteriorLe tumba el IEC 7.2 millones de pesos a MORENA
Artículo siguienteDE BUENA FUENTE
Francisco Tobías
Es Saltillense*, papá de tres princesas mágicas, Rebeca, Malake y Mariajose. Egresado de nuestra máxima casa de estudios, la Universidad Autónoma de Coahuila, en donde es catedrático, es Master en Gestión de la Comunicación Política y Electoral por la Universidad Autónoma de Barcelona, el Claustro Doctoral Iberoamericano le otorgó el Doctorado Honoris Causa. Es también maestro en Administración con Especialidad en Finanzas por el Tec Milenio y actualmente cursa el Master en FinTech en la OBS y la Universidad de Barcelona. Desde el 2012, a difundido la historia, acontecimientos, anécdotas, lugares y personajes de la hermosa ciudad de Saltillo, por medio de las Cápsulas Saraperas. *El autor afirma que Saltillense es el único gentilicio que debe de escribirse con mayúscula.