Tienden a desaparecer hatos caprinos

La generación de hatos caprinos tiende a desaparecer en los diferentes ejidos y centros rurales de la región Sureste, al ser desatendida esta actividad por los más jóvenes, ya que prefieren buscar oportunidades en la zona urbana.

Así lo alertó Gamaliel Garza Reyes, líder de Caprinocultores, quien destacó que esta tarea generaba recursos suficientes para vivir a las familias de los poblados que tenían sus rebaños.

Lamentó que el pastoreo ha quedado en manos de los más viejos de una comunidad, ya que los jóvenes se niegan a cuidar cabras y prefieren buscar oportunidades en la zona urbana.

El dirigente manifestó que todavía hay buenas zonas productoras de cabrito en Saltillo, Parras, General Cepeda, Ramos Arizpe y Arteaga, pero que cada vez son menos.

Aunado a esto dijo, faltan apoyos efectivos del gobierno, de los tres niveles, para mejorar la calidad genética e incrementar el hato.

“Lo que se necesita es que en los programas gubernamentales se le quite el interés político y se apoye a los verdaderos productores”, aseguró.

Dijo que todavía hay mucha gente arraigada en el campo, pero lo preocupante es que los jóvenes prefieren irse a trabajar en las empresas.

“Les conviene más un salario de mil 500 pesos por semana, que andar asoleándose todo el día en el pastoreo y cuando el rebaño de cabras es del papá, sólo les dan 100 o 200 pesos para sus gastos”, indicó.

Agregó que hay otros casos donde son tres o más hijos en una familia y ya son más salarios, que aportan para ayudar a sus padres y por eso disminuye la caprinocultura.

Otro problema, comentó, es que los terratenientes empiezan a comprarle las tierras a los campesinos e incluso abusan en los precios bajos que les ofrecen por sus parcelas. (DAVID GONZÁLEZ | INFONOR)