CLAVE DE FA

4 lecciones de la presidenta de Honduras para el continente

La política es un negocio de tiempos y circunstancias. ¿Y por qué digo esto? Pues a colación de la toma de protesta de Xiomara Castro como presidenta de Honduras, lo cual tiene varios trasfondos interesantes y lecciones para el resto de los países del continente.

Primeramente, está el aspecto feminista. Honduras es un país altamente conservador en el que las mujeres son relegadas del plano político. Para darles un dato, en la legislatura anterior del Congreso Nacional, solamente el 22% de sus integrantes eran mujeres, y el hecho de que llegue una mujer como titular del Ejecutivo es un buen ejemplo para países que siempre han sido gobernados por hombres.

Segundo, se confirma la gran máxima de la política que reza: “cuidado con los muertos que dejes en el camino, porque después gozarán de cabal salud”. Doña Xiomara fue la Primera Dama hace cuatro administraciones cuando su esposo, Mel Zelaya fue depuesto. Literal lo sacaron en pijama de la casa presidencial en la madrugada y lo botaron en Costa Rica. Hoy su esposa es la presidenta y él el Primer Caballero de la República.

Tercero, hay elecciones que se pierden antes que inicie la campaña. Este es el caso del candidato contra el que se enfrentó Xiomara Castro, Nasry Asfura, alias “Papi a la Orden”, quien a pesar de tener resultados positivos en su gestión previa como alcalde de Tegucigalpa y una promesa de buen gobierno presidencial, terminó arrollado en las urnas. ¿La razón? La marca del gobierno en turno.

Hace 4 años, el presidente Juan Orlando Hernández, del mismo partido que Asfura, ganó su reelección apretadamente y hubo muchos cuestionamientos en torno al proceso. Obvio, eso le costó legitimidad en su segundo mandato. De ahí en adelante gobernó entre descontento, escepticismo y hasta acusaciones de corrupción y narcotráfico. Cualquier candidato cercano a Juan Orlando estaba destinado a perder, por más brillante que fuera su campaña. Ergo, Xiomara no ganó la elección en noviembre del 2021, sino en el 2017.

Y cuarto, cuando ganas el poder no lo ganas completo, sino una fracción de él. A pesar de tener una victoria abrumadora, Doña Xiomara ha comenzado a tener rompimiento de filas en la bancada de su partido en el Congreso Nacional, lo cual podría derivar en que la oposición tenga el control del poder legislativo. ¡Vaya manera de empezar su mandato!

Dicen que la tercera es la vencida. Después de dos intentos fallidos Xiomara llega al poder bajo la promesa de erradicar la corrupción rampante, reducir la pobreza e impulsar la agenda liberal. Veremos si puede pasar del dicho al hecho, a pesar de los tiempos y circunstancias de su ascenso al poder.

 

Israel Navarro es Estratega Político del Instituto de Artes y Oficios en Comunicación Estratégica. Twitter @navarroisrael

 

Autor

El Heraldo de Saltillo
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