Tokio, Japón.- Japón ejecutó este martes a tres convictos, lo que marca la primera vez que se aplica la pena de muerte bajo el gobierno del primer ministro Fumio Kishida y la primera ejecución en el país en casi dos años, informó la agencia de noticias Kyodo.
El subsecretario general del gobierno, Seiji Kihara declaró en conferencia de prensa sobre la decisión de ejecutar a tres personas condenadas a muerte en la horca. «Como se siguen cometiendo crímenes atroces, hay que imponer la pena de muerte a quienes han perpetrado actos de tal gravedad y atrocidad que lo hacen inevitable».
Uno de los ejecutados es un hombre de 65 años, acusado de haber asesinado a siete miembros de su familia con un martillo en 2004, los otros dos condenados purgaban condenas por robo y asesinato.
Tras las ejecuciones de este martes 107 presos condenados a la pena capital en el país espera en el corredor de la muerte, de los cuales 59 han pedido la revisión de sus sentencias, según detalló el ministro de Justicia.
Las ejecuciones desataron polémica, ante el anuncio de los ministros de justicia japoneses, se dio a conocer que el promedio de espera actual en el corredor de la muerte desde la sentencia hasta la ejecución es de 13 años y 4 meses y que se les notifica de la ejecución a los enviciados unas horas antes de tal. Las reacciones de organizaciones como Amnistía Internacional (AI) no se hicieron esperar y a las pocas horas, desde Tokio, emitieron un comunicado donde denunciaron que “estas ejecuciones ignoran las normas internacionales sobre los derechos humanos”.
En Japón la pena capital está presente desde inicio de su historia, pues no ha habido periodo de gobierno donde esta práctica haya sido abolida, aun así, es uno de los países que menos ejecuciones tiene.
Entre los países que más ejecuciones realizan, según un reportaje de la BBC, están China, Irán y Arabia Saudita; Al no conocer las cifras exactas de las ejecuciones de China (por ser secreto de estado) se especula que son más de mil al año, en cambio Irán y Arabia Saudita, las cifras rondan de entre los 300 y 150 ejecuciones realizadas por el estado.
Caso aparte son Afganistán y Corea del Norte, países regidos por el totalitarismo, por una parte tenemos a Afganistán recientemente por los talibanes quienes al implementar la rigurosa ley islámica de la “Sharia” somete a sus habitantes a leyes inflexibles donde la pena capital es el castigo a la gran mayoría de transgresiones a esta y por otro lado tenemos a Corea del Norte, país sometido por más de 50 años a los caprichos de una dinastía que implementa leyes absurdas donde la posibilidad de perder la vida a manos del Estado también está muy presente. Sin embargo, pese a esto, los índices de ejecuciones son bajos, siendo en el primero de 60 y en el segundo, a pesar de su hermetismo informático y debido a que dichas prácticas se hacen de manera pública y mediática, son de 80 ejecuciones al año. (CON INFORMACIÓN DE KYODO, BBC Y DW)
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